RedacciónFoto: Izquierda, Pepe Borja Bedoya en 1973. Derecha superior, en el Estadio Olímpico Atahualpa, Pepe Borja. Raúl Jarrín, Fabián Gallardo y Carlos Efraín Machado, en 1978. Derecha inferior, Pepe Borja con Sergio Sevilla, Renán Hinojosa y Jorge “El Chino” Carrera, en 1979.
Su pasión por la radio inició en 1957, cuando le acompañó a su padre, Leonidas Borja, a la iglesia de Santo Domingo, donde diseñó y construyó un rosario de madera. En este lugar estaba ubicada la radio La Voz de la Verdad de los padres Dominicos, cuyo director era José Vicente Eguiguren, quien años después, en la década de los 90, fue secretario de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
En 1959 se fundó Radio Xavier que estaba ubicada en la Prensa Católica, frente a la plaza de San Francisco, en el centro de Quito. Era de la Comunidad de los Jesuitas, su director fue el Padre José Ugarte. En este medio, Pepe Borja Bedoya fue compañero de Vicente Vieira, los hermanos Raúl y Patricio Jarrín Hidalgo y Alan Flores Valenzuela. Esta estación era la única que hacía transmisiones religiosas y culturales a escala nacional.
Laboró también en las emisoras la Voz de la Democracia, Metropolitana, Central, Tarqui y Nacional Espejo. En 1962 pasó al Circuito de Emisoras Gran Colombia cuyo propietario era Eduardo Cevallos Castañeda. Luego lo contrataron en Radio Colón que funcionaba en Conocoto, su gerente era Jorge Aguilar Veintimilla. Editó grabaciones para las estaciones América, Éxito, El Sol de Quito, así como Paz y Bien de Ambato. Más de un centenar de transmisiones las ha cumplido con éxito, pese a las innumerables dificultades que estos quehaceres conllevaba hace varias décadas: falta de energía eléctrica, de medios apropiados de comunicación y transporte. Pepe Borja Bedoya estuvo 17 años como sonidista de radio. Luego pasó a la televisión donde permaneció 38 años
La Emisora Central y Hólger Velasteguí Domínguez
Era 1958 pasó a la Emisora Central, cuando estaba en La Recoleta. En esta estación “tuve la oportunidad de ser amigo de Hólger Velasteguí Domínguez, quien después fue el gerente propietario de Estereo Zaracay”. Pepe era sonidista cuando de pronto, apareció un jovencito, “igual que yo”. Le dijo mi nombre es Holger Velasteguí, quisiera trabajar aquí. Pepe le contestó “como no, señor estamos necesitando ahorita locutores”, para que empiece a ambientarse le pidió que ingrese y le presentó al ingeniero Luis Rivera Zúñiga, propietario de la estación.
Fueron compañeros varios meses. “Los dos compartíamos un bocadito en el almuerzo, en la merienda y se iba a descansar en una pensión que vivía. Teníamos una pobreza bastante grande, pero salimos”. Pepe asegura que fue una amistad muy bonita. “Yo le llevé a trabajar a la radio, como locutor. Hablé con el ingeniero Luis Rivera Zúñiga y le dije yo tengo un gran amigo que se llama Holger Velastegui”. Pasó el tiempo y se distanciaron laboralmente. “El empezó a trabajar en Zaracay y yo en otras radios de la capital”.
“Holger es un hombre muy capaz y respetuoso. Yo quiero llamarle por teléfono y hablar con él y decirle soy Pepe Borja tu sonidista de la Emisora Central”, comenta.
Emisora Central y las radionovelas
Esta estación se caracterizó por ser la primera en emitir las radionovelas en Quito. “En esa época no empezaba ninguna radio con este tipo de programación. Nosotros incursionamos en Emisoras Central, donde también estaba Hólger Velasteguí”. En las décadas de los 50, 60 y 70 se promocionaba las novelas en los periódicos.
El avance decía: La Novela Reuter presenta: “La muerte blanca” de Juan José de Soiza Reilly. Era una novela escrita con dolor… Ni las guerras ni las enfermedades, ni los bichos han hecho a la raza humana un daño parecido al que sufren los adoradores ciegos de la muerte blanca. Mal de este siglo que con sus víctimas llena los manicomios y los cementerios… Productor: Luis Cornejo Gaete, director narrador: Eduardo Granja Estrella. Transmite en 1.180 Kc. Su Emisora Central.
El elenco artístico estaba conformado por la primera actriz, Teresa Rodríguez; el primer actor español, Antonio Ceballos Acosta; Lucy del Mar, Pilar Monroe, Walter Gallardo, Alfonso Boada, Boris Gorky, Max Ordóñez, José Palacios, Raúl Ibarra, Alfredo Palacios y el conjunto de radioteatro de Emisora Central. Sonomontaje Pepe Borja. La obra se desarrolla en Buenos Aires, decía el anuncio que se publicaba en diario El Comercio a fines de la década de los 50 e inicios de los 60.
Reuter era el jabón de fama mundial con la substancia química KL-15 el más moderno y eficaz vehículo contra el mal olor del sudor. Distribuye en Quito Richard O. Custer. Dirección Benalcázar 659 (Frente al correo). Teléfono 13482.
Las telenovelas eran auspiciadas por las marcas comerciales de moda. Telefunken y Pfaff presentan para su máximo entretenimiento “La mejor novela radiada en Quito hasta hoy, El signo de los cuatro. Original del escritor inglés Si Artur Conon Doyls de la famosa serie “Las aventuras de Sherlock Holmes”.
La novela era protagonizada por la primera actriz María Soledad y el primer actor Walter Franco. Actuación especial de Jorge Palacios, Washington Rodríguez y un elenco de primera. Sonomontaje Pepe Borja. Adaptación radiofónica Alonso Breton. Dirección y narración: Eduardo Granja Estrella. Programas escogidos de calidad y sintonía que se emiten por la Organización Radiofónica Emisora Central.
Telefunken era lo supremo del mundo en radios y Pfaff era lo supremo del mundo en máquinas de coser. Los nuevos almacenes en Quito estaban ubicados en el edificio La Concepción, calle Chile frente al Ministerio de Obras Públicas.
El narrador Eduardo Granja Estrella a fines de la década de los 60 e inicios de 70 compró Radio Ecuatoriana. El sonidista Pepe Borja realizaba también las transmisiones deportivas desde el Estadio Olímpico Atahualpa, lo hacía con el ingeniero Luis Rivera Zuñiga, quien siempre le tuvo una gran confianza. En esta estación trabajó dos años.
Emisoras Gran Colombia y la campaña electoral de Camilo Ponce
En 1969 pasó a Emisoras Gran Colombia, que funcionaba en el mismo edificio de las radios El Tiempo y La Voz de la Democracia. Esta emisora se dedicaba exclusivamente a las transmisiones deportivas: fútbol, básquet, box, vueltas a la república, ciclismo, automovilismo, ferias taurinas, como la de Jesús del Gran Poder. Eduardo Cevallos Castañeda era el propietario y le llegó a tener un gran aprecio a Pepe Borja. “Me dijeron que era el hombre que raspaba la tierra y aparecía la línea para empezar las transmisiones deportivas y en verdad no sé qué era lo que pasaba, pero yo me iba con mi equipo de transmisiones y todo fluía”. La administradora de la emisora era doña Leito Champatier, quien siempre le apoyaba con todo lo que necesitaba para las transmisiones.
Recuerda que el propietario de la estación le pidió que se vaya Ibarra y hablé con Silvio Morán, propietario de CRI, para la transmisión de la campaña del Dr. Camilo Ponce Enríquez. Habló con el radiodifusor imbabureño y el respondió “Pepito mañana estamos a las 06:00 partiendo para ciertos lugares del país, para emitir las transmisiones”.
“Salimos en moto, soportamos polvaredas, fríos, lluvias, pero le acompañamos en sus mítines y como premio por haber realizado unas lindas transmisiones el señor Cevallos me dio un pasaje de Guayaquil a Quito en avión. Era la primera vez que me subía en un avión y el Dr. Camilo Ponce me dio un gran abrazo”, señala con emoción. “Esa anécdota tengo con Silvio Morán, porque llagábamos empolvados a los sitios de las concentraciones en el norte del país”. El viaje de Ibarra a Tulcán duraba cinco horas.
12 horas de Marlboro
De este evento político, Pepe Borja, saltó a las 12 horas de Marlboro, con su hijo Patricio Borja llevaron los equipos a Ibarra. Estuvo en el lugar desde las 18:00 hasta el día siguiente en que obtuvo una línea de transmisión. A esta etapa la califica como una experiencia inolvidable, la señal salió al extranjero. La competencia empezó a las 00:00 del 25 de septiembre de 1971 y terminó a las 00:00 del domingo 26. Participaron pilotos como el estadounidense Tony Adamowicz que ganó la competencia. Los nacionales eran Guillermo “Palito” Ortega, Fausto Merello, Fernando Madera, Juan Espinoza, Pascal Michelet, Lothar Rand. Para esta transmisión también trabajó con la radio CRI de Ibarra, cuyo gerente Silvio Moran Madera, “siempre me ha acompañado y apoyado. Él ha sido una gran persona, es un gran radiodifusor”.
“Silvio Morán Madera es en Ibarra y en la provincia de Imbabura como Holger Velasteguí en Santo Domingo de Los Colorados. Silvio es el máster de las transmisiones deportivas y noticiosas”, manifiesta. CRI siempre entraba en cadena con Emisoras Gran Colombia
Gran Colombia transmitía deportes
Emisoras Gran Colombia tenía una plantilla de locutores, comentaristas y periodistas de primera. Raúl y Patricio Jarrín Hidalgo, Edgar Villarruel Caviedes, Manuel Pavón del Pozo, Hugo Zambrano, Pablo Montenegro, Petronio Salazar, Patricio Cevallos… También estuvo Carlos Rodríguez Coll, Jaime Vizcaíno Salas, Patricio Romero Barberis, Augusto Rada Icaza, Fabián Vizcaíno. Las transmisiones lo hacían en equipo con CRE donde estaban Rudy Ortiz Iriarte y Manuel Kun Ramírez. Los comentaristas eran Gustavo Aguilar Veintimilla, Fabián Montalvo y Hernán Hinojosa. Los locutores comerciales eran los hermanos Edison y Marco Vargas Acosta, y Marco Mena.
Cuenta que “cuando hacían las transmisiones deportivas iban Edgar Villarruel Caviedes, Raúl Jarrín, Byron Males Guerra, Pepe Borja Bedoya y los hermanos Pepe y César Maldonado como reparadores de línea, porque en ese entonces era la línea física, que transmitíamos nosotros para que salga al aire”.
En esa estación fue su compañero Petronio Salazar, locutor deportivo, ya fallecido, que hizo su carrera en Guayaquil. Pepe le hacía sonidos en Gran Colombia, un día le pidió que le acompañe al Puerto Principal. No, le contestó pepe. “Ahí le tienes al Edgar Villarruel, él es periodista, yo soy sonidista, él es un gran amigo, pero Edgar no aceptó, porque ya tenía una carrera hecha en la capital. Petronio quería llevarle a CRE de Guayaquil”. Petronio se fue solo y triunfó.
El álbum Policial en el aire
En el programa Álbum Policial Edmundo Rosero Espinosa, era el director, también estaba Jorge Aníbal Salcedo. Los actores y actrices que participaban eran Hilda San Pedro, Walter Falconí y América Chiriboga. Tenía el auspicio de las empresas Red and red, Wesco y Antorcha, que era un almacén de electrodomésticos. Los espacios publicitarios servían para conversar y que salgan los programas perfectos, por ello Eduardo Cevallos Castañeda les apoyaba, porque era una persona que confiaba en los trabajadores de la radio.
Jorge Aníbal Salcedo era muy bueno para hacer voces de ancianos, a Pepe le pedía la musicalización que necesitaba de acuerdo con el texto que tenía. El director del radioteatro trabajaba en el Ministerio de Defensa, pero no solo hacía eso, sino que locutaba, preparaba todo para el noticiero de la mañana, mediodía y la noche.
La esquina del movimiento
Gran Colombia que funcionaba en el cuarto piso del edificio Pardo, ubicado en la calle Guayaquil y Oriente, fue la primera estación en festejar a Quito el 6 de Diciembre con la “La Serenata Quiteña”.
A este sector se lo conocía como la esquina del movimiento, quedaba frente a Café Minerva de propiedad de Lorgio Carrasco. “Yo era el sonidista y no me perdí una sola transmisión. Eran tiempos lindos”. En este escenario se presentaban Las orquestas de Luis Aníbal Granja, de Mariano Tobar, Blasio Jr…
Las corridas de toros
Pepe comenta que en Emisoras Gran Colombia se inició el locutor taurino Pepe Luis Castillo. Cómo anécdota cuenta que el periodista les invitaba a él y a otros compañeros a servirse unos vasos de sangre, apenas moría el toro. “Le ponían adelante el vaso, cogían y se tomaban, decían que eso daba energía para seguir trabajando”. Eso hizo durante unos seis años. Las transmisiones terminaban en el convento de San Francisco, donde el Padre Fernández, guardián del convento, les entregaba los trofeos a los toreros y banderilleros. La cobertura la realizaban también Edgar Villarruel Caviedes, Pepe París y Edison Vargas Acosta.
En ese entonces Emisoras Gran Colombia se disputaba la sintonía con Radio Nacional Espejo, cuyo director era el radiodifusor imbabureño Fernando Beltrán Proaño. Los locutores y comentaristas taurinos eran Juvenal Ortiz, José Luis Castillo, Pepe París, Fernando Guevara Silva, Marcelo Vizcaíno. Así como José Calero Viteri, Alfonso Lasso Bermeo, Oswaldo Guerra. Los compañeros del control máster de Pepe Borja eran José Luis Ruiz, Milton Murillo, Alonso Murillo y Cesar Maldonado.
Los toreros que llegaban a la capital en esos años eran El Cordobés, Paco Camino, Santiago Martín “El Viti”, Edgar Puente, Armando Conde, Luis Miguel Dominguín, Manolete, Pedro Domecq (rejoneador).
El Show de Shows
Pepe Borja Bedoya destaca que Emisoras Gran Colombia tenía un programa que arrasaba en sintonía en la capital era “El Show de Shows”, donde los maestros de ceremonias eran Edwin Salazar Escudero, Edison Vargas Acosta y Edgar Villarruel Caviedes, “mi gran amigo y compañero de labores y estudios”.
En una ocasión había tanta gente que no le permitían pasar a Pepe Borja. No le dejaban entrar para preparar los equipos, su turno era a las 20:00, porque el “Show de Shows” empezaba a las 21:30. Los artistas ya estaban listos para ingresar a la fonoplatea. En eso Edwin Salazar Escudero le alcanza a ver y le indica con la mano que ingrese. Desde el cuarto piso pide “déjenle pasar es el sonidista”. A Pepe le llevaron en hombros para que pueda ingresar. “La gente miraba y se reía”.
Se presentaban artistas extranjeros como Leo Marini, “la voz que acaricia”, Enrique Guzmán, Libertad Lamarque, Raphael de España, César Costa, orquesta Casino de Gonzalo Carrasco y Rodrigo Barreno, Blacio Jr, Salgado Jr, orquesta de Alfredo de Angelis y Miguel Caló de Argentina, Orquesta Típica Tokio. Artistas nacionales como los Hermanos Miño Naranjo, Trio Los Lemari, Trio Los Reales, Héctor Jaramillo, Pepe Jaramillo, Dúo Benites y Valencia, Ernesto Albán (Don Evaristo Corral y Chancleta).
Se quedaron toda la noche encerrados en el cuarto de grabación
El sonidista cuenta que, con Raúl Jarrín Hidalgo, Byron Males Guerra, Pepe París y Edgar Villarruel Caviedes, preparaban libretos y textos. “Escondidos del señor Cevallos grabábamos identificaciones y cuñas comerciales para distintas radios de las provincias del país. Nadie sabía que las realizábamos en Emisoras Gran Colombia”. Pepe viajaba a las distintas ciudades del país, para dejar las grabaciones.
Muchas veces, cuenta, se quedaban grabando en la estación. Una vez le contaron al señor Eduardo Cevallos Castañeda que estaban grabando y él puso candado. “Nosotros no sabíamos cómo salir de la fonoplatea. Al día siguiente salimos a las 06:00 y nos abrieron los compañeros que hacían el noticiero”.
El sonidista de Finalín
Pepe Borja, paralelamente a Gran Colombia, prestaba sus servicios como sonidista en los Laboratorios de Finalín que estaba situado en las calles Venezuela y Oriente. Le contrató el dueño, Gabriel García. Esta marca amobló un estudio de grabación, parecido a una radio. De Ambato llegaba producciones radiales y el trabajo del sonidista era en los intermedios de la novela, poner la publicidad del medicamento.
Estas producciones enviaban a las radios Paz y Bien de Ambato, Libertad, Cosmopolita de Quito. Ambato era la matriz de Finalín y distribuían a distintas radios del Ecuador. Desde Ambato llegaban a la semana unos 10 capítulos. Editaba las novelas que enviaban en cajitas, los rollos eran nuevos. Trabajaba tres horas al día.
El profesor Gustavo Herdoiza y la tachuela
En 1974, Pepe estaba en la Plaza del Teatro, en el centro de Quito, cuando se acerca un señor alto, era Gustavo Herdoiza León, quien le pidió que pase a laborar en su estación. Le hizo controles a Guillermo Vaca, quien hacía el noticiero con el dueño de Radio Tarqui.
Como anécdota cuenta que el profesor Gustavo Herdoiza transmitía los toros y las novilladas. Un día le lleva a ver los toros y Pepe le invitó a su esposa Judith. El propietario de la T Grande de Quito le dice “vaya Pepe y trate de subirse al toro” y le lanza al ruedo. “Mi esposa me habló y me dijo para que me llevas a ver estas cosas”.
Al día siguiente Pepe se desquitó, antes de que llegue al noticiero el profesor Gustavo Herdoiza le puso una tachuela en la silla de la cabina de locución. Llegó, se sentó y se pinchó. Le vio por la cabina y le hizo señas. Como que le decía hoy me desquito. Se rieron Guillermo Vaca y el hijo del radiodifusor Hernán. Después salió Gustavo Herdoiza y se rieron juntos. No pasó nada luego.
En esa emisora se presentaron Julio y Pepe Jaramillo, así como Olimpo Cárdenas. Pepe Borja hizo los sonidos. Estuvo hasta 1976. Ahí conoció a Carlos Rodríguez Coll, quien era el director de Deportes, Alfredo Rodríguez Coll, Mauro Ferrín Vera, Fabián Gallardo, Carlos Sandoval, José Granizo Cisneros, Patricio Diaz Guevara, Patricio Toro Campaña y Vicente Salgado. Los locutores de noticias eran Jorge “Chino” Carrera, Eduardo “Flaco Mosquera”, Wilson Robalino y Jorge Torres.
A radio Tarqui pasó como director de Deportes Carlos Efraín Machado, quien en 1976 compra la frecuencia de radio con el nombre de la Nueva Emisora Central, integraban el equipo de relatores y comentaristas: Roberto Omar Machado, Fabián Gallardo, Patricio Lorenzo Machado, Mario Froilán Lasso, Oscar Iván Lasso, Enrique Recalde, Jacinto Bonilla, Darío Miranda, Víctor Emilio Sánchez, Salvador Landeta, Fernando Cisneros y Alonso Murillo era (sonidista).
Radio Tarqui fue la primera estación que hizo un programa donde buscaban el cantor de los barrios. Se transmitía los sábados, a las 20:00. Se presentaban aficionados que interpretaban música de todos los géneros.
Cuenta una anécdota. En la emisora capitalina realizaba el marco musical el pianista y compositor Humberto de La Rosa. Pepe le hizo una broma, le levantó la tapa de atrás del instrumento y le puso un palo de escoba. No salió la nota, por más que intentaba. “Tocaba y tocaba, pero no salía ningún sonido”. Guillermo Vaca, que era el locutor, le pidió que le quite. Gustavo Herdoiza se dio cuenta que había sido Pepe. Le dijo no me vuelva hacer esas cosas. “Yo no he hecho nada don Gustavo”. A pesar de las bromas que era cosa de todos los días, el respeto siempre estuvo presente.
Nueva Emisora Central y Radio Colón
Pepe Borja, durante ocho años, laboró en la Nueva Emisora Central. Carlos Efraín Machado y su esposa doña Juanita le apreciaron mucho al igual que su hijo Roberto Omar. Un día el propietario de la estación le dijo “Pepito me vas a sacar todas las transmisiones”. Claro le contestó que se preparen los sonidistas de las otras radios, porque se acabaron las transmisiones para todos los compañeros de las otras radios. “Ahora vamos a transmitir todos los momentos deportivos de los estadios, coliseos…”.
Con Carlos Efraín Machado se movilizaban a las transmisiones en una furgoneta roja, Chevrolet. Ahí llevaban todos los equipos, iban al estadio, al coliseo… Esta estación transmitió por primera vez la carrera de coches de madera, que fue por las fiestas de Quito.
En una cobertura que estaba realizando Emisoras Gran Colombia, Jorge Aguilar Veintimilla, gerente de Radio Colón, esperaba en las afueras del coliseo Julio César Hidalgo. “Usted es Pepe Borja. Está hablando con Jorge Aguilar Veintimilla. Yo soy el director de la Radio Colón. Quiero que venga a trabajar conmigo”. Pepe aceptó. Laboraba de 07:00 a 18:00.
Radio Colón funcionaba en Conocoto, en este lugar estaban los transmisores. La programación se caracterizaba por presentar música orquestada y clásica. Fue la primera emisora del país en FM. Mientras que en Quito los periodistas, y locutores estaban en las instalaciones de la Coca Cola, en la avenida Colón.
En esta radio se priorizaba las corridas toros, que se transmitía en diciembre por las fiestas de la ciudad de Quito, con los comentarios de Jorge Vizcaíno, Edgar Puente y Carmen Toledo Rider.
La importancia de los sonidistas
Antes los técnicos y sonidistas buscaban los mejores ambientes para que salga una buena señal y sonido. Pepe recuerda a sus compañeros de control máster José Luis Ruiz, Milton Murillo, Alonso Murillo, así como los hermanos Carlos y Cesar Maldonado, quienes realizaron un trabajo incansable en las diferentes estaciones que estuvieron.
“El sonidista no es conocido, aunque trabaja arduamente para que el locutor sea escuchado nítidamente”. Los sonidistas llevaban los equipos para transmitir elecciones, corridas de toros, partidos de fútbol, box, básquet. En esa época era muy difícil conseguir línea del teléfono, tocaba andar de un lado a otro, pero “yo raspaba la tierra, sacaba línea y hacía las transmisiones”.
“Mis compañeros iban a ver como estaban las transmisiones, dejaban bien instaladas las líneas, porque los transmisores quedaban en San Juan. “La señal antiguamente era con los alambres que en los patios se tendían las ropas para secar. Ese mismo alambre servía para las transmisiones”, cuenta. Trabajaban en lluvias, soles, vientos, granizos, pero lo hacían con buena voluntad
Desde San Juan, los hermanos Pepe y César Maldonado, reparadores de línea, iban a chequear que las líneas estén en buenas condiciones, “que no estén rotas, porque donde se rompían se acababa la transmisión”. Cuando ya decían que todo estaba bien, Pepe instalaba su equipo con un amplificador de tubos, luego chequeaba los tres micrófonos. Ahí le decía a Carlos Efraín Machado ya está listo, para que pruebe directamente. “Alooo estamos en el coliseo prueba otro ratito para ver si todo está bien…”.
Este trabajo era muy sacrificado, pero los hermanos Maldonado les entregaban como es debido la línea. Eso se hacía en todas las radios de antes. En esos años se pasaba muchas odiseas, había muchos pasos que se debía cumplir, tantos cables que llevar, para lograr una transmisión exitosa. El trabajo de los técnicos era duro, era para sacarse el sombrero.
Pepe Borja por su trayectoria y entrega a su tarea, fue condecorado por la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER Nacional) por el trabajo desempeñado a lo largo de su carrera y lograr transmisiones nítidas en una época donde tocaba raspar la tierra.
El primer sonidista de radio que pasó a la televisión
Pepe trabajaba en la Radio Nacional del Estado, cuando salía de una grabación al Dúo Benítez y Valencia, pasaba por ahí Lolo Echeverría, quien antes había sido director del noticiero 24 Horas de Teleamazonas, le dice “señor Borja vengase un ratito para acá. Quiere venir a trabajar en la televisión”. Encantado, ese es mi anhelo, le responde.
Telenacional, canal 2 Quito (hoy Gamavisión) estaba situada en la avenida América. Hablaron unos 10 minutos. Le pidió que haga sonido. Le contestó que nunca ha realizado las labores en la televisión. “Ya va a darse cuenta cómo se hace. Ya le van a indicar cómo se trabaja para la televisión”. En tres días aprendió a realizar las instalaciones, a manejar la consola que medía unos dos metros y era” llenita de botones”.
Lolo Echeverría se quedó admirado por lo rápido que aprendió Pepe, que se desempeñó con responsabilidad y los personeros del canal llegaron a valorar su trabajo. En el canal permaneció 38 años, donde hizo muchas transmisiones. “Soy el primer sonidista que pasó de la radio a la televisión. En esa época era gerente de Gamavisión, Marcel Rivas. Conoció a periodistas y presentadores de noticias como Diego Oquendo, Carlos Vera, Carlos Esteves, Andrés Carrión, Lolo Echeverria, Ximena Aulestia, Patricia Barba y María Judith Rosales. Entre los relatores y comentaristas deportivos estaban Fabián Gallardo, Carlos Sandoval, José Granizo, Roberto Bonafont, Patricio Mantilla, Patricio Diaz, Ernesto Guerra…
Judith y el Aucas
Pepe Borja Bedoya nació el 23 de marzo de 1939, en la Loma Grande. Sus padres fueron doña Celia María Bedoya Lovato y don Leónidas Borja Borja. Estudió en el colegio San Pedro Pascual de los padres Mercedarios. Los secundarios los culminó en el Colegió Juan Pio Montufar que estaba ubicado en la avenida Maldonado, entre La recoleta y el cine Cumandá.
Lleva 61 años de casado con María Judith Cerón Cevallos. Asegura que ella ha sido un baluarte en estos años juntos. Tiene tres hijos: José Patricio, Celia del Carmen y Pablo Fabricio Borja Cerón. Tiene tres nietos: Andrea, Fabricio y Alejandro. A su esposa le conoció en el barrio de La Tola.
“Cómo yo luché para poder hablar con mi suegro. Me conoció y le caí tan bien”. Una vez Pepe le invitó a que conozca Radio Xavier, donde laboraba. Le visitó, cuando la conversación fluía le preguntó “Pepe usted tiene otra mujer, tiene otra persona, que le quiera más que a mi hija”. Pepe le contestó: “sí Don Alfonso. “Yo le quiero a una persona muy grande, le quiero, le estimo muchísimo y le adoro harto”. Admirado le responde y cómo es eso, quién es y Pepe le dice es el Aucas. “Yo soy hincha del Aucas, es mi segundo amor, mi segundo cariño”. Hasta la fecha es auquista, su esposa es liguista, “pero no peleamos, nos llevamos muy bien. Nos queremos bastante”.
En el barrio de La Tola estuvo 12 años como presidente de 60 y piquito. Son 30 mujeres y tres hombres: Pepe Borja y Froilán Altamirano, Rafael Narváez. “Pero ya quiero entregar los trastos como se dice en las ferias taurinas, porque toca movilizarse a diversas instituciones, municipio, presidencia o ser caballero de los eventos”. No aceptaron la renuncia. Se formó la directiva y le eligieron presidente vitalicio.
“Dios me ha dado la salud y la vida para ver coronar a mis hijos en sus trabajos, en sus vidas y estudios. Mi compañera de vida me sigue apoyando y me da sus bendiciones, como lo hizo en todas las radios y el canal que ha laborado”. Asegura que sus nietos son el altar de su amor.
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Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio
