Foto: Izquierda, Guillermo Jácome Jiménez en 1961. Derecha superior, en 1958 en una rueda de prensa de la Miss Universo, la colombiana, Luz Marina Zuloaga, en la gráfica constan también: Arcesio Arcentales, Edison Terán, René Torres, entre otros. Derecha inferior, en 1959 cuando laboraba en Radio Cordillera.
Es el padre de los discjokeys, se le denomina el maestro y la voz de la radio. Hablar de él, es hablar de la época de oro de la radiodifusión ecuatoriana. En sus años estudiantiles admiraba a los talentos de la radiodifusión de esa época: Raúl López, Lucho Beltrán, Arturo García, Alfredo Jarrín Maldonado, Blanca Salazar y Gonzalo Portugal. Comentaba con gran entusiasmo que no dejaba de leer a Gustavo Alfredo Jácome. Cuando se graduó en el Colegio Nacional Mejía combinó sus estudios con el trabajo en la radio, que se convirtió en su primera pasión. Nació en Baños, el 30 de julio 1933.
Guillermo Jácome Jiménez asistió y dictó conferencias y seminarios sobre dicción, modulación y locución en España, México, Estados Unidos, Colombia y Ecuador. Con el mexicano Carlos Montalbán y el cubano John Gress fueron la voz de Marlboro en Latinoamérica. Condujo el programa de radio y televisión Discomentarios. Había entrevistas, comentarios, estrenos y novedades espectáculo.
Al terminar sus estudios secundarios, su nombre ya era reconocido en el medio radial. Sus programas de contenido cultural y de entretenimiento eran muy apreciados. Laboró en las radios Bolívar, Luz de América, Cordillera, Nacional, Musical y Teleonda. Fue el creador de JC Radio La Bruja y Vigía, en Quito, así como Alegría en Guayaquil. Una de las estaciones a las que le tuvo mucho cariño y le dedicó todo su tiempo fue a Ritmo 95 FM, de Ambato, donde fue gerente general. Además, fue presentador de Canal 6, dirigió y fue la primera voz en off de Teleamazonas. Laboró en la Fábrica Ecuatoriana de Discos (Fediscos). Incursionó en la política y fue concejal de Ambato.
Narró la Historia Hablada del Ecuador, del escritor guayaquileño Alfredo Pareja Diezcanseco. Fue la voz oficial de varias emisoras, como Presidente, JC Radio y una de las últimas Ecuashyri, la radio Quiteña que une al Ecuador.
Sus inicios en el radioteatro
Al ingresar al Colegio Nacional Mejía, su personalidad y afición por hechos relacionados con la cultura, le dio la oportunidad para realizar presentaciones públicas en los programas que organizaba el establecimiento secundario de Quito. Al parecer, en una de sus intervenciones, a los 14 años, un conocido radiodifusor de la época, de apellido García, le propuso enrolarse en Radio Bolívar AM, de Quito, y allí comenzó a destacar su personalidad frente al micrófono.
En 1948 cuando aún era estudiante de bachillerato, junto al gran director de radioteatro, Edmundo Rosero Espinosa, adquirió experiencia como actor”. Realizaban dramatizaciones de grandes novelas, que se presentaban en las radios Nacional Espejo y Victoria. Con el radioteatro y la actuación se inició con “los matices, tonalidades, modulación, expresión, pronunciación de la palabra, porque voz para una correcta locución, siempre la tuvo”, destaca su hermano menor Edgar Castellanos Jiménez.
Su experiencia se fortaleció con actividades protagónicas en radionovelas, que se difunden con éxito en Radio “Victoria”, de propiedad de Gonzalo Proaño y Alma Nury. Luego se trasladó a Radio Luz de América, que dirigía el Padre César Dávila, párroco de San Marcos, donde fue su compañero el conocido sonidista Jaime Moya, quien luego trabajaría durante más de tres décadas en las radios Nacional del Ecuador y Quito.
En 1954, formó parte del personal de “Panorama”, una revista noticiosa de las más importantes del país, bajo la dirección de Edison Terán, quien se había graduado de periodista en la Universidad de McGuill, en Canadá. Ahí conoció a sus grandes amigos: Gonzalo Portugal, Francisco Darquea, Lucho Beltrán, Alfredo Jarrín Maldonado, René Torres y Walter Franco.
En Radio Quito, “La Voz de la Capital” se sumó a los locutores de la época como: Jorge Zaldumbide, Eduardo Brito y Edison Vargas Acosta. En esta etapa se vincula a Radio Atahualpa, de propiedad de Gonzalo Maldonado Quijano, con quien alcanzó gran popularidad en los Informativos HCMQ.
Radio Cordillera 1520 AM, la frecuencia de los éxitos
A mediados de la década de los 50 se creó Radio Cordillera y Edison Terán Rivadeneira, director de la emisora, lo tomó en cuenta para trabajar en la estación. Era una de las emisoras más escuchadas, por su programación y las voces de Fernando Fegan, Gonzalo Portugal y René Torres.
El director de Cordillera quería cambiar la forma de hacer radio en el país, ya que hasta ese tiempo la locución era un poco chillona, además la comunicación debía profesionalizarse, cuenta el periodista Eduardo Naranjo Cruz, amigo de Edison Terán.
Radio Cordillera, era de propiedad de la familia Villamar, estaba ubicada en el segundo piso de la Botica Pichincha, en las calles Guayaquil y Esmeraldas, esquina, centro de Quito. En esta emisora condujo los programas “Ritmos de Juventud”, considerado el primer programa Disc Jockey, luego llegó “Carrusel”. En estos espacios se difundían las interpretaciones de Elvis Presley, Paul Anka, Harry Belafonte, The Beatles y Dean Martín, así como los mexicanos Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, Angélica María, a estos últimos intérpretes se los consideraba de la Nueva Ola.
Era “1520, la frecuencia de los éxitos, Radio Cordillera”, como decía Fernando Fegan. En un avance de 1959, con las voces de Guillermo Jácome Jiménez y Fernando Fegan, se puede escuchar a estos dos locutores que marcaron historia en el Ecuador.
Guillermo Jácome Jiménez dice: “En el año 1959, el señor Fernando Fegan pasa a manejar los programas Carrusel y Ritmos de Juventud, en la misma línea y políticas establecidas, esto es dando prioridad a la preferencia del público y como locutor aportando nuevas ideas y léxico a la promoción discográfica…”
Fernando Fegan continúa el diálogo: “la influencia italiana en la canción melódica se impone creando verdadera escuela. Frank Sinatra, la voz, sigue obteniendo cuantiosos dividendos al seleccionar sus temas, pero en el clan se ha incluido un nuevo nombre, que sin duda será partícipe de los aplausos norteamericanos. Luego de acompañar a Jerry Lewis en la pantalla, Dean Martín se dedica de lleno a la canción y esta es una buena muestra de su aterciopelada voz. En la vuelta número tres de Carrusel canta Return to me”.
En otra grabación de esta estación, Guillermo Jácome Jiménez y Edison Terán Rivadeneira conducían juntos el programa Carrusel. Dice lo siguiente:
Guillermo: Si en el año 1955 se comenzó la práctica de la especialización de disc jockey fue gracias a las instrucciones profesionales y guía, sin egoísmo, de un caballero dinámico, inquieto y amante sincero de la evolución de nuestra radiodifusión.
Edison: Pequeño, joven y un poco desfavorecido.
Guillermo: El señor Edison Terán.
Edison: Mi nariz es una caricatura, pero en mi voz tengo una fortuna.
Guillermo: Sí, Edison Terán, de quien aprendí el concepto de verdadera profesión y el respeto que me inspira cada vez el micrófono
Edison: Pequeño joven y un poco desfavorecido. Mi nariz es una caricatura, pero en mi voz tengo una fortuna. Así se describe Paul Anka el canadiense que, además, de cantante es un compositor, que salta puestos en la encuesta popular. Pegó con “Cracy Love”, pero hoy aumenta la lista de sus grabaciones con fama. “Paul Anka” y la versión de “You are my Destiny” (Tu eres mi destino) … En Carrusel…
“El Banco Musical en el Aire”, era otro espacio que dirigía el locutor baneño, quien “tenía una voz inconfundible y maravillosa, por ello atraía al público”, cuenta el periodista Édgar Álvarez Mejía, quien en esa época laboraba con Alfredo Rodríguez Coll, en el programa deportivo de los 1520 AM.
El narrador deportivo y musical Agustín Guevara Morillo cuenta que en ese tiempo Guillermo Jácome Jiménez, Fernando Fegan y Edison Terán formaron parte de la gran trilogía de la radiodifusión ecuatoriana. Destaca que el comunicador baneño era un gran locutor y una persona extraordinaria.
“Muchos hubiéramos querido tener la tesitura de él en la forma de hablar, hubo muchos seguidores de él, sobre todo del Núcleo Radion que siguieron su escuela, porque era una de las figuras brillantes y excepcionales de la radio”, comenta.
Discomentarios y el libro
Su hija, Mónica, indica que este fue el programa que más quiso su padre. Se emitió en radio y televisión. Se distribuía a diferentes medios de comunicación. Discomentarios se caracterizaba por dar a conocer la trayectoria de los cantantes, comentarios, estrenos, por ello alcanzó un renombre internacional. Entre los países que enviaba estas grabaciones era México.
El conocido locutor comercial y presentador, Jorge Víctor Bravo, destaca que Guillermo Jácome Jiménez, influenció en él de manera directa, porque cuando estuvo en Radio Gaviota de Esmeraldas, “una famosa marca de cigarrillos había contratado un espacio en la estación para emitir el programa musical “Discomentarios” y el conductor era nada más y nada menos que Guillermo Jácome Jiménez.
Jorge Víctor se quedaba en el estudio “escuchando una y otra vez a don Guillermo Jácome y aprendiendo de él, no solamente lo que comentaba de la música de aquel entonces que formaba parte del programa, sino cómo lo decía”.
El comunicador estaba haciendo un libro acerca del programa, donde incluía todo el trabajo realizado en los años que dirigió y condujo. Le dio prioridad a la edición, porque en esos años se la hacía en cinta magnética: se cortaba y se pegaba nuevamente para que el audio quede perfecto y sin fallas. No pudo concluirlo porque falleció en 1999.
Radio Musical, La Campeona
En Quito, en diciembre de 1964, nació Radio Musical. Era una emisora pionera en la actividad Disc Jockey, de propiedad de David Gleason, un joven estudiante estadounidense que llegó a la capital ecuatoriana en un intercambio estudiantil al Colegio Americano, donde culminó su quinto y sexto cursos. Él replicó el formato que se usaba en Estados Unidos.
David contrató a Guillermo Jácome, para que dirija la estación. De esta manera Radio Musical, 570 AM se convirtió en la más sintonizada y la mejor del país. Su señal se emitía desde las 06:00 hasta las 24:00. A partir de esa hora en el mismo dial, su identificación se transformaba en Canal Tropical, con géneros de música rítmica caribeña, con una animación desenfadada, alegre y a veces irreverente, que modificó el esquema tradicional de hacer radio en el Ecuador”. Este trabajo estuvo a cargo de su hermano Luis Javier Castellanos Jiménez, quien se hizo popular con el pseudónimo del “Muchacho Alegre”.
Con el advenimiento de Radio Musical, que logró un éxito arrollador, se implantó un nuevo formato de programación para estaciones musicales, eran los disc jockeys, de esta emisora salió una nueva generación de profesionales del micrófono que hasta la actualidad imponen su estilo y calidad de voz.
Gabriel Espinosa de los Monteros en esta estación conoció a Guillermo Jácome Jiménez, quien era el director. También trabajaban Javier y Edgar Castellanos Jiménez y Vicente Córdova Franco. En una de las vacaciones, gracias a su amigo de infancia de la ciudad de Ibarra, Pepe Rosenfeld, Guillermo Jácome Jiménez le hizo una audición al aire. Le dijo: “siéntese, con este botoncito abra el micrófono, con este suelte el disco y sale la canción, con este botoncito pone un comercial… “Yo casi me muero de los nervios, pero cumplí y el programa salió al aire”, recuerda Gabriel.
Estuvo apenas un mes, ya que tenía que regresar a Guayaquil para continuar con sus actividades estudiantiles. No obstante, en cada vacación que tenía, tres cuatro o cinco días, tomaba el bus interprovincial y viajaba a Quito para encontrarse con Musical que se la conocía como “La Campeona”.
Guillermo Jácome Jiménez en alguna ocasión le dijo al locutor ibarreño: “chiquito, usted tiene condiciones, tiene un bonito timbre de voz y podría comenzar e iniciar con lo que nosotros pretendemos implantar aquí”. Gabriel le contestó que no es un profesional, sino que está tratando de empezar, porque le gusta mucho la actividad de la radio y la locución. “Lo que aspiro es hacer algo, pero no vivo aquí estoy de vacaciones”. “No puede ser”, le señaló el director de Radio Musical, quien le dio la oportunidad de un turno al mediodía, que iba de 13:00 a 14:00. En ese horario, se programaba música instrumental. Guillermo Jácome Jiménez le permitió que cada cuatro o cinco canciones presente el siguiente tema o el nuevo segmento. Guillermo y Pepe Rosenfeld fueron sus primeros guías en la actividad disk jockey, reitera.
Walter Córdova Franco, quien fue locutor de Radio Metropolitana de Quito, cuenta que su hermano, Vicente, laboró en Radio Musical, ahí era el director el locutor baneño, Guillermo Jácome Jiménez. En un inicio Vicente y Guillermo “eran un poco rivales”, pero luego los dos se dieron cuenta que podían hacer un buen trabajo juntos, por ello Guillermo lo invitó a ser parte del grupo selecto de locutores que tenía esta estación capitalina. “Todas las diferencias iniciales entre los dos desaparecieron”, acota.
Fue un gran maestro: Marjorie Morales
Marjorie Morales era una de las voces más cotizadas en Quito a finales de las décadas de 60 e inicios de los 70, ahora vive en Suecia. Cuenta que, a pesar de no haber trabajado con Guillermo Jácome Jiménez, de él aprendió sobre música, dicción, vocalización y pronunciación. Era una persona muy eminente dentro de la radio. Lo considera su guía, porque le enseñó sobre los intérpretes de la canción. “Era de las voces más hermosas y cotizadas de la época”, dice.
A la gente joven y de mediana edad les gustada mucho la música que ponía el locutor ambateño. “Lo conocí porque me gustaba ir a la radio”. Era todavía una niña y se sentaba a escuchar los temas que emitían en Radio Cordillera. “Yo era una fiel oyente de la estación”, detalla Marjorie. Le gustaba Frank Sinatra, Dean Martin, The Full Broters, pero el tema que más le impactaba era uno que ponía Guillermo Jácome ponía en su programa “I Can’t Stop Loving You”, interpretado por Ray Charles
La voz de Guillermo Jácome era sutil, grave y muy clara. Tenía una pronunciación perfecta y muy fácil de asimilar. “Yo iba a la radio y el señor Jácome no tenía objeciones en responder a mis preguntas y satisfacer mi curiosidad”. Le permitía estar en el estudio, mirar portadas y escuchar de discos que le atraían. “Nunca abuse tampoco, porque fueron esporádicas mis visitas”.
Luego de un tiempo Marjorie se inició con la locución, Guillermo le había oído y le felicitó. Le dijo que siga adelante, que le iba a ir bien, porque tenía linda voz. Luego de un tiempo los dos grabaron dos publicidades, una para una marca de autos y otra para los productos de belleza L’Oreal.
“A quien le debo mis conocimientos sobre música es a Guillermo Jácome Jiménez”, con quien no estuvo vinculado en ninguna emisora, pero tuvo gran influencia en el lado profesional de ella, ya que era una enciclopedia musical. Sabía mucho sobre el tema y Marjorie absorbía como esponja todo lo que él le contaba.
A él le agradece por su paciencia, su ayuda. “Me trataba como a una niña pequeñita. Fue muy paternal y fue eso lo que me agradaba de él a más de sus conocimientos naturalmente. Tenía una personalidad grande, era muy firme, difundía respeto y confianza. Siempre muy correcto. Yo lo admiraba mucho, fue mi ídolo por sus conocimientos, su habilidad, destreza, se desenvolvía sin ningún obstáculo. Era muy bondadoso. Un gran hombre”.
Radio Nacional del Ecuador
A inicios de la década de los 70, Guillermo Jácome era un productor independiente, asesorando a varias emisoras del país y a pedido del presidente de ese entonces José María Velasco Ibarra, dirigió Radio Nacional del Estado, a la que la moderniza y crea estaciones repetidoras en todo el territorio ecuatoriano.
Guillermo admiraba al cinco veces presidente del Ecuador, esto porque trabajó directamente con él y pudo ver muchas cualidades del Mandatario como su oratoria, conocimiento, constancia y honestidad.
Los discos y las disqueras
Agustín Guevara Morillo, otro destacado radiodifusor, tenía 19 años y conoció a Guillermo Jácome Jiménez en 1970. En Guayaquil organizó y administró emisoras, como Radio Fediscos de la familia Feraud Guzmán. Fue director, programador musical y editor de las discográficas Fediscos y Fadisa. Fue invitado para este trabajo por el propio Francisco Feraud Guzmán.
Esto se dio porque Guillermo tenía un oído clave para detectar los éxitos musicales. Si él decía “esta canción será un éxito, así era” y se vendían los discos en cantidad, después formaron Radio Alegría, donde estuvo varios años.
Entre otras cosas, solía decir: “el disco es importante en la sociedad, en la formación humana, en la economía de los países y, a pesar de ser considerado como artículo de menor cualificación, el disco es importante, lo es tanto como la música, no porque a su alrededor se mueve una industria poderosa, sino porque a su alrededor se mueve el hombre, y tal, la sociedad. Está comprobado que determinadas actividades del hombre mejoran notoriamente su rendimiento, con el sedante de las melodías. La música es para todos, embrujo, compañía, recuerdo, estímulo, emoción o despertar”, cuenta su hija Mónica Jiménez Guadalupe.
La Televisión
Incursionó en la televisión como director y presentador de noticias de varios canales. Llegó a ser gerente de canal 6 de TV y luego de Teleamazonas, en Quito. En Ecuavisa, en 1971, dirigió el Show de la “F grande”, que fue conducido por Francisco Herrera Luna.
Era un programa donde había comentarios de música, de artistas, respaldado por videos. Venía listo todo el programa, solo para ser presentado nada más. Guillermo era un gran productor y director de radio. Trabajaba en la disquera y recibía las primicias musicales, la F era de Fadisa, porque tenía toda la música que llegaba a esa empresa.
Radio Variedades y JC Radio La Bruja
Más tarde y en calidad de empresario, instala una estación musical en Ambato, la misma que después de seis meses, la encarga, por sus ocupaciones que tenía en Quito a sus nuevos propietarios, María Inés Jiménez, madre de Guillermo y Edgar Castellanos Jiménez, su hermano menor, que se convierte en Radio Variedades, con el aporte societario posterior de Alejandro Erazo y Eduardo Cisneros.
En 1979, fundó y organizó JC Radio “La Bruja”, para la que guardaba especial estimación.
Radio Vigía, la voz de la Policía
Radio Vigía nace por la iniciativa de un General de apellido López, comandante de la Policía Nacional de ese entonces, quien deseaba que la Institución tenga un medio de comunicación, en donde se difunda el trabajo de los miembros de la institución. La radio que compraron era de propiedad de Carlos Rodríguez Coll. Se llamaba del Tránsito Nacional. Estaba en los 840 kilociclos.
Guillermo Jácome Jiménez, era el director de la estación e invitó a Édgar Álvarez Mejía a unirse al grupo de trabajo. Un día, los dos estaban conversando y Guillermo pregunta “tenemos que ponerle un nombre e identificarle a la emisora”.
Edgar le contesta “mira Guillermo: si es una emisora que trabaja para la Policía, es vigilancia, tiene que estar las 24 horas del día buscando seguridad del ciudadano. ¿Qué te parece si le ponemos Radio Vigía?”. El director del medio le responde que le parece bien, pero tiene que aprobar el Comandante General de la Policía, quien aceptó. Así se le bautizó como “Radio Vigía, La Voz de la Policía Nacional”.
Ritmo 95 FM
Guillermo, en la década de los 80, primero constituyó Radio Ritmo y después se convirtió en su propietario. Sin duda alguna, 95 FM fue a la que más dedicación y amor le tuvo. En la emisora ambateña había un equipo completo de locutores y creativos: Oscar Pérez, Alejandro Martínez, Edison Rivera, María Eugenia Álvarez, Marcelo Barriga, Edwin Valencia y Mayra Estrella, que todavía trabajan en comunicación, indica su hija Mónica Jácome Guadalupe.
Su última actividad fue en la ciudad de Ambato en Radio Ritmo 95 FM, donde pudo desarrollar todo su potencial, porque era su radio. “Todo lo que él pensaba y creaba lo hacía realidad, por ello llegó a ser la primera radio de Ambato, había noticieros, la mejor música, programas en vivo, artistas…
Esta estación se convirtió en una escuela para un importante grupo de comunicadores de la ciudad. Incursionó en política y fue elegido concejal de Ambato.
El seminario en Ecuashyri
En 1993, Guillermo Jácome Jiménez dictó un taller sobre dicción, modulación y manejo de la voz en Ecuashyri, 104.9 FM de Quito. En el curso estaban presentes, el propietario Washington Bonilla Abarca, la gerente, Lilian Pérez Medina, los conductores de los programas de la emisora como los integrantes de Pueblo Nuevo: Galo y Miguel Mora, quienes hacían de Los Juglares de Nuestra Tierra; Mario René Arias, que conducía los programas musicales de la mañana; Germán Rivadeneira, sonidista, Iliana Cervantes Lima, entre otros.
Se presentó e inició la capacitación que fue fluida e interactiva. Algo que me quedó en la mente fue cuando el locutor tungurahuense, indicó que la radio es voz, pero para que llegue el mensaje se debe utilizar bien el idioma. “Muchos presentadores dicen ‘hubieron’ 40 policías, cuando en realidad se dice hubo 40 policías. Es bueno leer lo que publica el Dr. Gustavo Alfredo Jácome en El Comercio los fines de semana. Saber qué significa debido, es gracias a…”
El diálogo continuó. Cuando terminó la capacitación, yo me acerqué tímidamente, estaba recién graduada de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central y, a pesar de que me gustaba la radio, sentía que me faltaba mucho y quería aprender. En esa época realizaba las entrevistas en 104.9, en el noticiero Comunicación Abierta, que antes lo dirigía una personalidad de la radio como era Jorge “El Chino” Carrera. Le pregunté, señor Jácome, qué debo hacer para seguir en este mundo apasionante de la radio. Me contestó con una sonrisa que denotaba seriedad: “la seguridad es la base al estar frente al micrófono, uno debe creerse el mensaje, caso contrario los oyentes perciben nerviosismo e inseguridad”.
De acuerdo con su biografía, Guillermo Jácome Jiménez decía que “el locutor, esa persona que habla frente al micrófono en las estaciones de radio y televisión, debe estudiar, instruirse, prepararse y practicar diariamente, a tal nivel que, por obligación debe tener ideas claras y concretas para, por medio de la palabra, esclarecer conceptos, orientar opiniones, anunciar lo propuesto, promover ideas y manifestar sucesos”. No olvidemos, decía Guillermo Jácome Jiménez que “todos podemos comunicarnos con nuestros semejantes, pero no todos sabemos comunicarnos”.
La historia hablada del Ecuador
Agustín Guevara Morillo indica que Guillermo Jácome Jiménez relató con su voz la Historia hablada del Ecuador escrita por el guayaquileño Alfredo Pareja Diezcanseco, quien fue canciller del Ecuador. “Son unos audios con un contenido histórico importante y con la voz del maestro del micrófono”.
Su hija Mónica señala que la Historia del Ecuador fue grabada hasta el presidente Jaime Roldós Aguilera porque falleció el autor de la obra, Alfredo Pareja Diezcanseco. Venía en casetes grabados en el lado A y B con una duración de cada lado de media hora y tenía el logo de la fábrica Fediscos. Hubo una demanda enorme de estas grabaciones y se agotó. Este trabajo se hizo en seis meses. Los resultados fueron muy elogiados. Fue y es un gran material para los estudiantes por los datos históricos, pero también para los seguidores del talento de Guillermo Jácome Jiménez.
El aserradero
El padre de Guillermo Jácome Jiménez era militar, se llamaba Gonzalo Jácome Tamayo. Su madre María Inés Jiménez Molina contrae segundas nupcias con Luis Castellanos Ruiz, hijo de un artesano de la madera, propietario de un gran aserradero al sur de Quito.
En las vacaciones de sexto grado, cuando tenía los 12 años, Guillermo y uno de los cuñados jóvenes de su madre, Jaime Castellanos, decidieron construir un coche de madera en el aserradero, el que funcionaba con un sistema de motores y bandas unidas a ruedas de distinto tamaño, de acuerdo con la máquina. “Un enredo de una de estas provocó una reacción instintiva de Guillermo, que, al meter la mano, la fuerza de la banda enroscó su brazo, sin poder liberarse, causando daños irreversibles. Su brazo izquierdo fue amputado y desde entonces tuvo que adaptarse a desarrollar sus actividades en esas condiciones”, cuenta su hermano menor Edgar Castellanos Jiménez.
Este incidente retrasó sus estudios. Sin embargo, ese lapso, fue propicio para que desarrolle su afición a la lectura y formar su temperamento. Fue un gran deportista, jugaba básquet, fútbol, era buen nadador y competía con cierto éxito en carreras de bicicletas, primero y luego en la de carros.
“Somos los tres hermanos dedicados a la radio, pero Guillermo era especial, él estaba en las ligas mayores. Nosotros, Luis Javier y yo, todavía buscando llegar a ello”, indica Edgar.
Guillermo Jácome Jiménez, el maestro
El comunicador tenía una característica: le gustaba enseñar, especialmente a los más jóvenes. Tenía el don de que quien le escuchaba, aprendía. Hubo instituciones que le invitaban a dar seminarios de locución. “Mi papá amaba el micrófono y ahí se desenvolvía muy bien”, comenta su hija. Cuando le invitaban a un seminario le encantaba ir, para dar a conocer el mundo de la radio a las nuevas generaciones.
“Su partida nos cogió de sorpresa, no pensamos que pudiera fallecer. Era un gran padre. Afuera se lo veía serio, muy adusto parecía, disciplinado, pero puertas adentro era un ser maravilloso, bien tierno, tenía un corazón de oro. Con mi mami fue un esposo cálido, cariñoso y amoroso. Los dos tenían una gran química. Se apoyaban mutuamente. Como familia somos muy unidos. Mi papá era el papá gallina porque siempre estaba pendiente de nosotros, sin apretarnos mucho, si nos dejó las alas abiertas para que volemos donde creíamos que era nuestra decisión, aunque siempre nos encaminaba, pero la decisión siempre era nuestra”.
De los cinco hijos que tuvo, Alex fue el que más siguió los pasos de su papá, fue voz en oficial de Teleamazonas y Gamavisión. Trabajó en varias radios. A Mónica le gustó la radio como tal, ya que trabajó un tiempo con su papá en Radio Ritmo, de Ambato, donde hizo un programa y de vez en cuando era la voz comercial de algunas publicidades e hizo cuñas; María Augusta y Paulina son empresarias, Fernando es militar
Guillermo Jácome Jiménez es “el caballero del micrófono” que dejó una escuela en la radiodifusión ecuatoriana. Alan Flores Valenzuela señala que si hay una radio en el cielo seguramente Guillermo Jácome será el director, porque hablar de Guillermo Jácome Jiménez es hablar de radio…
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Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio