Walter Córdova Franco de la locución a la ingeniería comercial

Foto: Izquierda, Walter Córdova Franco, en la actualidad. Derecha superior en 1970, en Radio Portales de Santiago de Chile, constan la imagen, entre otros, Alejandro Sanhueza, director y guionista de todas las obras de radioteatro de la emisora. Derecha inferior, Walter con sus hermanos: Édgar, Elena, Cecilia y familiares cercanos.

Dice que su vocación son los negocios, pero la radio fue la escalera para su actual profesión, ingeniero comercial. Nació en Ibarra, en 1942. Se inició en la locución en 1960 en el Centro Radiofónico de Imbabura (CRI de Ibarra), cuyo propietario era su profesor y rector del colegio Teodoro Gómez de la Torre, Abelardo Morán Muñoz. En esa emisora grababa, producía cuñas y leía las noticias.

Walter Córdova Franco laboró en Radio Metropolitana de Quito. Con su hermano Vicente conducían el programa “El Sabio y el Erudito”, que tenía una amplia sintonía en la capital ecuatoriana. Cuando viajó a Chile para realizar sus estudios de tercer y cuarto nivel laboró en las radios Pacífico y Portales. En esta última era locutor sustituto especialmente en las noches, los fines de semana y feriados.

Es el hermano menor de una de las voces más recordadas y cotizadas del Ecuador, Vicente Córdova Franco, quien a finales de la década de los 50, 60 y 70 fue parte esencial de la radio capitalina y ecuatoriana. Muchos oyentes de la época destacan que los hermanos tenían voces parecidas, aunque Walter asegura que Vicente sí tenía una vocación muy fuerte para la locución y fue quien le motivo para ser parte de Radio Metropolitana de Quito, como locutor.

La primaria y parte de la secundaria la realizó en Ibarra. Se graduó de bachiller en el colegio Juan Pío Montúfar, de Quito. Estuvo tres años en la Facultad de Economía de la Universidad Central del Ecuador, pero viajó a Chile para trabajar y estudiar ingeniería comercial.

“Lo poco que aprendí de mi hermano lo apliqué en Chile”. Hizo un curso de capacitación con los expertos del Sindicato de Locutores de Santiago. Señala que en alguna forma mejoró en la locución y eso le sirvió para costearse los estudios superiores en el país de la Estrella Solitaria. Siendo aún estudiante ya trabajaba en una pequeña empresa de confección de ropa militar y similares.

Se graduó en la universidad en Chile y se vinculó con altos funcionarios de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), quienes le ayudaron a conseguir trabajo en una empresa de ese país. Walter poco a poco se fue alejando de la radio, porque la profesión que había escogido así lo exigía.

Son tres los hermanos Córdova Franco que estuvieron ligados a la locución: Vicente, Walter y Elena, que es la menor y se caracterizaba por tener una buena dicción y modulación. Vicente le educó y le daba instrucciones de cómo debía hablar. Los dos hicieron algunos trabajos para radio. Entre ellos para el equipo de fútbol de El Nacional y unas cuñas para el ministerio de Agricultura, cuando Iván Granda Pinto era jefe de Relaciones Públicas.

Walter siempre estuvo en la mente de su hermano mayor Vicente, por ello a uno de sus hijos le puso el nombre de su hermano menor, a quien le “llamaba el gran ausente”, porque viajó a Chile para estudiar.

El Sabio y El Erudito en Radio Metropolitana

Luego de iniciarse en CRI de Ibarra, Walter se traslada a la capital ecuatoriana, porque su hermano Vicente ya tenía una presencia muy respetada en la radiodifusión quiteña. Vivían por la calle Caldas, en el centro de la ciudad. Con el paso de los meses llegaron también sus otros hermanos: Walter, Edgar, Cecilia, Elena y su mamá, Enriqueta Franco Montalvo, porque falleció su papá Ezequiel Córdova Guzmán. Su hermana mayor Thalia se quedó en Ibarra. La familia era grande por ello necesitaban un espacio amplio y se cambiaron de casa a la calle Joaquín Pinto, cercana a la radio Metropolitana, que estaba en la Avenida Amazonas y Carrión. Esta estación tenía gran sintonía. Los dos hermanos Córdova Franco, que laboraban en esta estación, iban a pie hasta la radio.

Vicente y Walter Córdova Franco hicieron en Metropolitana un programa cultural que tenía una gran sintonía “El Sabio y el Erudito”. Los libretos los realizaba Antonio Cevallos Salazar, un destacado escritor, que vivía en San Marcos y era hermano de Hernán, quien hizo la Voz de Evaristo, una campaña educomunicacional de gran éxito en Quito, que se desarrolló durante la alcaldía de Rodrigo Paz Delgado. Antonio era un libretista de primera, recuerda Iván Granda Pinto.

Al final del programa los dos hermanos preguntaban a su audiencia ¿Quién dijo la verdad el sabio o el erudito? o ¿dónde estuvo la falla? Los oyentes tenían que estar pendientes. Por ejemplo, al inicio del espacio señalaban: Aristóteles era un pintor y al concluir nuevamente preguntaban ¿Dónde está la falla? Las personas que seguían la señal llamaban y respondían. Aristóteles no era pintor, era un filósofo griego. Si la respuesta era la correcta, se ganaba un premio.  Iván Granda Pinto ganó como tres veces. Este fue uno de los programas más sintonizados y el mejor que tenía Radio Metropolitana, asegura el periodista y ex presentador de televisión. Walter estuvo en esta emisora desde 1964 hasta 1967.

Metropolitana, era conocida como “La emisora del buen gusto y calidad”, en los 1245 kilogers, como lo mencionaban en aquella época.

Radio Pacífico de Santiago y el Sindicato de Locutores

Walter siempre tuvo la idea de estudiar economía. Primero lo hizo en la capital ecuatoriana, donde aprobó tres años en la Universidad Central de Quito, pero estos estudios no le valieron en Santiago y le tocó iniciar de cero, porque el pénsum de las dos universidades era diferente. Cuando llegó a Chile inmediatamente formó parte de la Radio Pacífico, pero le interrumpieron, porque asegura era una voz extraña para el estilo del país.

“Tenía un dejo diferente y algún tipo de falencia en el conocimiento de la historia y geografía de ese país. Además, algunos nombres los pronunciaba mal, especialmente con las tildes, porque cuando leía las noticias no acentuaba donde debía ser, porque los periodistas en la vorágine de redactar la información no ponían las tildes”. Eso fue negativo para Walter

Inmediatamente el Sindicato de Locutores le denunció, porque había llegado a realizar un trabajo que no estaba ciento por ciento capacitado. Les explicó que estaba estudiando en la Universidad de Chile y cordialmente le solicitaron que siga un curso de capacitación en lenguaje, dicción, improvisación, historia y geografía de Chile. Esto con la finalidad de tener los conocimientos básicos para cumplir los parámetros establecidos para locutar en ese país.

Radio Portales, la primera de Chile

En Santiago, Walter tenía muchas limitaciones económicas, pero siempre tenía la convicción de salir adelante. Una vez que aprobó el curso del Sindicato de Locutores de Chile, se vinculó con los directivos de Radio Portales. Lo recibieron como locutor sustituto en las noches, fines de semana y feriado. No podía trabajar todo el día, porque el horario de estudios era espaciado, podía ser en la mañana, tarde o noche. Le pagaban un buen sueldo, eso le ayudó para financiarse su carrera. 

En esta emisora estuvo desde 1969 hasta 1972. Hacía noticias, animación de programas, además, era el relator de las obras de radioteatro.

El slogan de esta estación en AM era “Portales la primera de Chile”. se destacaba por los informativos, porque tenía un equipo periodístico propio con reporteros, editores y locutores. No se leía los diarios, como lo hacían otras emisoras, sino las noticias propias, redactadas y locutadas por su equipo periodístico. Había comentaristas como Luis Hernández Parker, “conocido por su seudónimo Hachepé o HP”, de gran credibilidad en el país. Así como el locutor de noticias, Patricio Varela, amigo de Walter. Era una emisora que priorizaba las obras de radioteatro, por ello tenía a uno de los mejores directores y guionistas de Chile, Alejandro Sanhueza.

Chile, su segunda Patria

Walter eligió Chile para estudiar, luego de evaluar el pénsum de algunas universidades, se esforzó y salió adelante. Tuvo la posibilidad de tener trabajos rentables y experiencias aleccionadoras.

Se casó el 4 de enero 1971, en Chile, con Adriana Quilodran Lagos, a quien la conoció en el cumpleaños de una amiga común. Su hijo, Saúl, también es Ingeniero Comercial, es ecuatoriano y chileno. Tiene dos hijos varones de 11 y 5 años. Todos son ciclistas por vocación. Califica su estadía en el país de la Estrella Solitaria como un acierto para su vida.

“A Chile le debo más de lo que yo le di. Es mi segunda Patria en la que formé mi estructura académica y emocional. Lo echo de menos por su disciplina, puntualidad y educación avanzada”, repite. 21 años permaneció en ese país. Hoy vive en Ecuador hace Consultoría de Empresas, en la especialidad Elaboración de Proyectos.

Lejos de la radio

Se graduó en 1975 como ingeniero comercial en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas en la Universidad en Chile y se vinculó con altos funcionarios de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Se sinceró con ellos y les manifestó que necesitaba trabajar. Viendo ese sinceramiento los funcionarios le apoyaron y le colocaron en una empresa de confección, que tenía 75 trabajadores.  Luego pasó a empresas más grandes.

Sus trabajos fueron en “Confecciones Eros Sport”. Luego fue Gerente Administrativo Financiero de “Industria Metalplástica”. Posteriormente, Gerente General de SIMEBEL, empresa Metal Mecánica: Puentes, Estructuras Metálicas, Muebles Metálicos). En Quito laboró en ECASA donde fue director Administrativo, responsable de los Departamentos de Contabilidad. En MATECO, Quito, fue Gerente General.

Después de estos trabajos en el Ecuador regresó a Chile, donde se siente como en casa, pero a su familia le gusta más el Ecuador y por eso regresó. Está escribiendo un Libro denominado “Vida, Pasión y Epílogo de una Empresa Constructora” (la de Alpha Builders).

Igual, está en proceso la constitución de un blog especializado en Finanzas, relato ameno y de experiencias aleccionadoras personales. Un libro de consulta rápida, especialmente para los no iniciados en estudios de negocios.

A pesar de que su profesión está alejada de la radio, en el Ecuador todavía se lo recuerda por el trabajo que realizó en el país. Silvio Morán Madera, propietario de FM Ritmo de Ibarra, destaca la calidad vocal y el profesionalismo de Walter.

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Iliana Cervantes Lima

Voces de la Radio

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