Ramiro Montenegro López, combina su amor por el “Papá Aucas” y la neurología

Foto: Dr. Ramiro Montenegro López en la actualidad. Derecha superior, con el equipo de Sociedad Deportiva Aucas en el 2004. Derecha inferior, en 2018, en la presentación de El Super clásico Quiteño, consta con dos glorias del Aucas: Oswaldo Rodríguez Coll, centrodelantero de 1954 y 1955; y Gustavo Guerrero, defensa central de 1969 y 1970.

Su familia llegó a la capital ecuatoriana en 1955, cuando Ramiro Montenegro López aún tenía 10 años. Es hincha del Aucas desde niño, porque se enamoró de los colores amarillo y rojo, pero -sobre todo- la pasión que en esa época generaba el club en la mayoría de los hinchas del fútbol capitalino. Eso sucedió cuando estudiaba en quinto grado de la Escuela Daniel Enrique Proaño, en el barrio La Libertad, al centro-occidente de la capital. “En esa época el equipo tenía el 90 por ciento de hinchada de Quito y el 10 por ciento se repartían los demás equipos que eran como 10”. Se define como un quiteño que nació en San Miguel de Bolívar.

Asegura que Gonzalo Pozo Ripalda es el culpable de que se haya hecho hincha del Aucas, porque “era un jugador espectacular”. La anécdota es que su padre, que trabajaba en la Función Judicial, tenía simpatía por el club España y los lleva al Estadio a ver el partido entre su equipo y el Aucas, que ganó 3-0. Ramiro y su hermano se hicieron hinchas del Aucas para toda la vida, de eso ya son 66 años. Incluso se lo conoce como el historiador del equipo oriental porque realizó una investigación minuciosa sobre el club y lo publicó en cuatro tomos.

Se graduó en Colegio Juan Pio Montúfar, en 1962, e inmediatamente ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador. Formó parte del primer grupo de médicos que “hizo la rural” en el Ecuador. Parte de esa experiencia escribió el libro “La Historia de la Medicina Rural en el Ecuador 1970-2020”. Destaca que el Alma Mater le dio del título de doctor, pero la rural le dio el título de médico. 125 médicos fueron los pioneros de la medicina rural en el Ecuador, de los cuales 84 se graduaron en la Universidad Central y 21 en la Universidad de Cuenca. Él es médico neurólogo.

Las enciclopedias de la Historia del Aucas

En cuatro tomos plasma la historia deportiva del “ídolo del pueblo”, en el que recopilan todos los partidos del Aucas, desde el primero que jugó, en febrero de 1945, hasta el último del año 2020, cuando el club cumplió 75 años de vida, en sus bodas de Diamante. El primer tomo habla sobre la “Época de Esplendor y Gloria 1945-1962”. El segundo se refiere a la “Época de Penumbra y Crisis 1963-1990”; y el tercero sobre la “Época de Recuperación Institucional 1991-2004 Catorce años de intensa lucha”.

Ramiro Montenegro López, quien también fue presidente de la Institución, cuenta que la elaboración de esta enciclopedia se debió a que, en el año 2003, cuando cumplió 50 años de vida la Asociación de Fútbol No Amateur (AFNA), unos periodistas publicaron un libro que se llama “50 años de pasión”. En ese texto se recogía los momentos más importantes de los equipos de fútbol de Pichincha, “pero se olvidaron del Aucas, pese a que es el equipo fundador del fútbol profesional en la provincia”.

En el tomo 1 que recoge la época de esplendor y gloria del Aucas, entre los años 1945 y 1962. Sostiene que el equipo oriental era el que mantenía a la Asociación de Fútbol, ya que permitía tener ingresos a los demás equipos, “por algo se le llama el Papá Aucas”, indica. Los ingresos que generaba el club eran repartidos en forma inequitativa, porque era el equipo que menos recursos recibía “gracias al manejo medio maquiavélico de un gerente de AFNA que existía en esa época”. Tal es así que el campeonato que obtuvo el Aucas en 1959 se debió a que ese año el gerente no estuvo al frente de AFNA, por ello Ramiro Montenegro López consideró que siendo el Aucas un equipo tan importante se merecía que se le mencione en ese libro.

A raíz de esa publicación decidió realizar una investigación profunda, que le ocupó 11 años. Pasó en varias bibliotecas revisando los periódicos, página por página, desde 1945. Escribió la enciclopedia que incluye una revisión de todos los partidos, especialmente los oficiales donde se podrá encontrar un análisis realizado por los periodistas deportivos, alineaciones, quienes hicieron los goles, detalles importantes había que recordar de esos partidos, tablas de posiciones, estadísticas…

Esta publicación no solo sirve para los seguidores del Equipo Oriental, sino a todos los interesados en conocer el futbol capitalino, permite conocer a quienes fueron los jugadores en determinado año, sus rivales en la cancha, las alineaciones de ambos equipos. Montenegro recuerda que había un equipo que se llamaba Carmen Mora, y otros que han tenido una vida fugaz en el fútbol nacional. “Esta enciclopedia es un aporte para la cultura futbolística del país”, insiste.

Tomo I: La época de esplendor y gloria del Aucas 1945-1962

En ese ciclo, Sociedad Deportiva Aucas obtuvo la mayor cantidad de títulos: seis campeonatos y dos vicecampeonatos, es decir en 10 años alcanzó ocho títulos. Una vez instaurado el fútbol profesional en la provincia de Pichincha también logró los campeonatos profesionales en 1959 y 1962. “Lastimosamente, en esa época de fútbol aficionado, en la mayoría de los años, no se jugaban campeonatos nacionales, porque de lo contrario, seguramente el Aucas habría logrado algunos títulos”, destaca su expresidente.

Rememora que, en esa época, si bien no había campeonatos entre clubes, había campeonatos por selecciones de provincias y la de Pichincha logró los campeonatos de 1945, 1946 y 1948. “De la selección de Pichincha eran los 11 jugadores titulares del Aucas, es decir que la provincia logró sus campeonatos con el equipo del Aucas o, en otras palabras, el campeón nacional era el Aucas con el nombre de Selección de Pichincha”. Esa actuación del equipo hizo que tenga una gran cantidad de seguidores en la provincia. Tenía el fervor y la simpatía de la gente, destaca.

El tomo de esa publicación se denomina de esplendor y gloria porque, aparte de los campeonatos obtenidos en el fútbol aficionado y profesional provincial, también en esos años se organizaban torneos interprovinciales e internacionales amistosos que la gente esperaba con avidez. En esos torneos el Aucas consiguió 12 títulos, lo que sumando a los campeonatos oficiales de AFNA y del fútbol, profesional de Pichincha son 20 campeonatos que ha logrado el Aucas a lo largo de su historia, indica dirigente.

Desde 1962, y una vez que perdió el respaldo monetario y financiero de una empresa, como sí ocurrió en la primera etapa, cuando le sostenía la compañía Shell, no se ha logrado ningún otro campeonato, pese a que el Aucas ha tenido entre sus filas a buenos jugadores, “pero han quedado a la orilla del mar, habiendo nadado un largo trecho y se ha ahogado casi al llegar a la meta”, reitera.

Cuenta que, en 1969, el Aucas tenía un equipo poderoso que en las dos últimas fechas del campeonato perdió el título, “por errores de los dirigentes de esa época”. Otro equipo de gran rendimiento fue el equipo de los años 1975 y 1998. En las tres ocasiones quedó en tercer lugar, “estábamos enfilados para lograr el campeonato, pero sucedieron un sinnúmero de hechos negativos que afectó anímicamente al club, como el atraco donde mataron a uno de los dirigentes del club, se robaron la taquilla del partido que jugó con Barcelona. Siempre hemos tenido algún factor adverso que ha impedido que se logre ese título”.

En el 2004 igualmente se consiguió un equipo fuerte, con la presencia del portero colombiano René Higuita, Agustín Delgado, Gustavo “El Potro” Figueroa, Renán Calle, Joffre Guerrón, Mario Lastra, Enrique Vera, Jairo Campos, “y así mismo en los últimos partidos de la liguilla perdimos el campeonato”.

Enfatiza que el Aucas ha tenido buenos equipos que, si bien no han logrado el campeonato, le ha permitido que siga en el corazón de la gente, por ello se ha formado nueva hinchada. Los seguidores de los primeros años en su gran mayoría ya no están, “Aucas no solo tiene hinchas de la tercera edad, como maliciosamente lo han indicado algunas personas, en las imágenes que transmiten los partidos se puede ver que hay muchos hinchas jóvenes y niños”.

Tomo II: Época de Penumbra y Crisis

En este tomo Ramiro Montenegro analiza las razones por las que el Aucas vivió una situación adversa en la “Época de Penumbra y Crisis”. En 1950, la compañía petrolera Shell se fue del país, porque no encontró petróleo en el oriente ecuatoriano “o si lo encontraron no lo divulgaron” y, al retirarse, el equipo perdió el apoyo financiero, pese a que tenía una enorme hinchada.

“Lastimosamente en AFNA se le dio la menor atención, a pesar de haber sido el club el generador de los recursos que permitía la sobrevivencia de la propia Asociación y de los otros equipos. Al Aucas se le trató de liquidar y hacerlo desaparecer. La falta de presupuesto le impedía armar buenos equipos, eso hizo que desde 1962 para adelante entre en una crisis de resultados.

Hubo años que descendía, otros que apenas lograba defender la categoría y en muchos de los casos estuvo en la segunda categoría, porque no tenía el sustento económico para hacer los grandes equipos, que sí lo hicieron otros equipos que tenían directivos con mucho talento y sagacidad, insiste.

Tomo III: Época de Recuperación Institucional

En este tercer tomo que se denomina “Época de Recuperación Institucional 1991-2004, Catorce años de intensa lucha”, se da a conocer que, en 1990, Aucas pierde la categoría, desciende a la serie B, pero aparece una nueva camada de dirigentes, presidido por el economista Humberto Rodríguez, que falleció hace más de un año. Así se cambia completamente la estrategia y la forma de conducir al club. Se lo recibe en unas condiciones de una crisis enorme. En esos años el club no tenía ni cancha donde entrenar, sede social, ni sitio de concentración para los jugadores. “No tenía prácticamente nada”.

En 1991 se inicia la época de recuperación. Se recibió al equipo en la serie B y para 1992 se recuperó la categoría, aunque seguía siendo difícil la situación porque no se recibía ingresos. “Uno de los dirigentes que había iniciado la construcción del estadio, comprometió la publicidad por cinco años y en el contrato que había firmado se establecía que los beneficios de la publicidad dentro del Estadio, a través de las vallas publicitarias comenzaría a contarse desde el momento en que se abra el estadio, eso fue en 1991 y la publicidad dentro del estadio ya no le beneficiaba al Aucas, sino al que había comprado ese derecho por cinco años, es decir hasta el año 1996”. En este lapso pese a tener su estadio, “aunque sea incompleto” no se beneficiaba de la publicidad interna.

Recién desde 1997 los derechos de publicidad pasan a ser de usufructo del club. Hasta esa época se mantenía por el aporte de los dirigentes. “Desde que se fue la Shell, todos los dirigentes han aportado con dinero. Unos poquito, otros algo más y uno que otro mucho dinero que ha permitido que sobreviva la institución”.

Desde 1994 se produjo una verdadera recuperación del club. Después de 19 años clasificar a la liguilla final, que era entre los seis primeros equipos. “Después de ese largo período de crisis fue un alivio para nosotros”. En ese mismo año, por este evento, se dio un gran baile de la hinchada, en las afueras del estadio, en el parqueadero, con orquestas, con la gente que se quedó hasta la madrugada. Se festejó ese éxito relativo.

Llegaron buenos vientos para el club y su fiel hinchada. Permanentemente estuvieron entre los seis primeros. “De modo que si en aquel entonces hubiese habido lo que actualmente existe, todos los años hubiésemos estado, por lo menos, en la Copa Sudamericana, porque en la actualidad se logra ir a ese torneo aun llegando en el octavo lugar”.

En 1998 el Aucas tuvo un gran equipo, se clasificó en tercer lugar y no hubo el premio de la Copa Libertadores de América. Mas aún, en el 2004, ganaron la primera etapa, quedaron campeones de la primera etapa y apenas clasificaron a la Copa Sudamericana, porque en aquel entonces para lograr clasificarse para la Copa Sudamericana se necesitaba ser primero o segundo en una de las etapas del campeonato, insiste.

El Aucas del 2000 al 2005

Estos años fueron de buenos resultados para el equipo. En el 2000, por ejemplo, con la dirección del técnico boliviano Ramiro Blacut y bajo la presidencia de Ramiro Montenegro, se logró el cuarto lugar e inscribieron al equipo por primera vez en un torneo internacional. Participaron en la Copa Merconorte. En ese torneo se enfrentaron al América de Cali, Alianza Lima y al Necaxa, donde jugaban los seleccionados nacionales Alex Aguinaga y Agustín Delgado. El Aucas le ganó en México por 3 a 1 al Necaxa, que era el campeón del fútbol azteca.

En el 2002 hubo otro gran equipo en el que se destacaba Giovanny “la Sombra” Espinoza, Renán Calle, Raúl Antuña, Marcelo Velasco, Juan Bermegui, Julio César “el Palomo” Gómez, Mariano Campodónico. Con ese equipo el Aucas quedó segundo en la primera etapa y se clasificaron para la Copa Sudamericana del año 2002.

En el 2004 hubo nuevamente un equipo sólido y ganaron la primera etapa, pero no tuvieron la posibilidad de participar en un torneo internacional. “Nosotros no tuvimos esa suerte a pesar de haber logrado con mucho esfuerzo esa clasificación en primer lugar en la primera etapa del campeonato”.

Aucas 2006

Ramiro Montenegro recuerda que en el 2006 el equipo perdió la categoría. Fue en la presidencia de Fernando Hinojoza y se produjo una debacle, “como la que había antes de 1990”. El equipo desbaratado, bajó de categoría, primero a la B, luego a la segunda categoría y sufrió un descalabro, “no solamente en el ámbito deportivo, sino que está sujeto a una cantidad enorme de ilegalidades que terminan en la entrega del club a unos supuestos inversionistas y administradores. Haciendo tabla raza de las normas, de los estatutos y de todo, se apropiaron del equipo y lo tenemos en la situación que actualmente está”, indica.

El Aucas es un fenómeno sociológico

Aunque el club no ha logrado campeonatos en los últimos años, “es simpático para la gran mayoría de gente”, insiste. “Es un equipo que se enraizó profundamente en el corazón de la gente”.

“En la mayoría de los hogares hay siempre un auquista, que muchas veces ha heredado esa afición por el equipo, porque de sus antepasados alguien ha sido hincha del club, porque en la Época de Esplendor y Gloria, el 90 por ciento de los hinchas eran auquistas y no era raro que familias enteras sean hinchas del Aucas, dice.

“En muchos hogares siempre hay el recuerdo de que el papá, el abuelo o bisabuelito fueron o son hinchas del del equipo”. Eso ha permitido que el equipo, aunque no ha logrado todavía un título siga vigente, como no ha ocurrido con “otros grandes equipos que vivieron en el pasado y que desaparecieron como es el caso del Gimnástico, Gladiador, Argentina, San Lorenzo, América, Atahualpa, El Atlanta de Chimbacalle”. Fueron equipos que en su momento también le dieron un aporte valioso al fútbol de Pichincha, pero que no han tenido esa fortaleza en su hinchada para mantenerse vigentes y desaparecieron del escenario futbolístico de la ciudad de Quito.

Los presidentes del Aucas

Ramiro Montenegro destaca que durante toda la vida del equipo solamente tres presidentes han sido reconocidos y premiados como mejores dirigentes: en 1947 fue distinguido con ese homenaje el fundador del Club; Marius J. Hulswit, quien dirigió al equipo durante el pentacampeonato. Luego, Astor Fabián Vizcaíno, que fue campeón con el Aucas en 1959 y 1962 y Ramiro Montenegro. “Solamente los tres en la larga historia del Club durante 75 años. Hemos sido distinguidos como mejores dirigentes deportivos”. En su caso fue designado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (AEDEP) el mejor dirigente del deporte profesional en 1998 y en el año 2001 la Asociación de Futbol No Amateur le designó el dirigente más destacado de AFNA.

Asegura que hoy el Aucas es diferente a lo que era hace tres décadas. Ahora tiene una infraestructura superior a la de varios clubes, cuenta con su estadio, con iluminación, complejo deportivo donde hay cancha para entrenar y sitio para la concentración de los jugadores. “Ese complejo fue construido durante mi gestión. Tiene su sede social, cuyo terreno fue entregada por el Municipio, en comodato”. Ya estuvo cerca de terminarse el comodato y por su gestión se logró extenderlo por 80 años.

Ramiro tenía en mente construir en el terreno de la sede social un edificio de 12 pisos para beneficiarle al Aucas para que tenga un ingreso permanente, “pero lastimosamente, como aparecieron unos dirigentes que consideraron que yo no servía, nos destituyeron de la dirigencia y se hicieron cargo del equipo en el mes de agosto de 2009. Dijeron que le iban a sacar al equipo de la terapia intensiva, pero lo llevaron a la segunda categoría, es decir le mataron definitivamente al club y de allí se produjo un tiempo de enormes sacrificios y de insatisfacciones viendo a nuestro querido equipo jugando en torneos de la segunda categoría, en canchas desprovistas de toda facilidad, pero llegó un momento que subió a la serie B y luego a la primera categoría”.

Ramiro Montenegro espera que a futuro el Aucas pueda recuperar posiciones y pueda lograr lo que es el sueño de los hinchas, por lo menos llegar a la Copa Libertadores de América.

Sus hinchas fueron hasta expresidentes

Entre los hinchas y seguidores del Aucas se contaban los expresidentes de la República, Galo Plaza Lasso y Carlos Julio Arosemena Tola, quienes asistían a los partidos. Los ex alcaldes de Quito, Jaime del Castillo y Gustavo Herdoiza León; el ex diputado del Partido Social Cristiano, Eduardo “Tato” Villaquirán, el ex ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, el actor Eduardo “Mosquito” Mosquera entre otros. Sin embargo, Ramiro Montenegro destaca que hubo y hay gente muy valiosa que es hincha del club, “sobre todo nuestro pueblo que es el mayor bien que tiene nuestra institución”.

Los mejores jugadores

Por el Aucas han pasado miles de jugadores, muchos de ellos destacados, como es el caso del equipo que logró el pentacampeonato. Estuvo integrado por jugadores que eran considerados crasks, por eso también integraban la selección de Pichincha, entre ellos estaban: Armando Zurita, Marco Bermeo, Clemente Angulo, Luis Torres, César Garnica, Eloy Mejía, Carlos Pozo Ripalda, entre otros.

Su pasión por la Medicina

Ramiro Montenegro dice que su vocación siempre fue la de ser médico, esta se intensificó en 1955, porque tuvo un problema de salud y fue atendido por el Dr. Carlos Andrade Marín, quien fue alcalde de Quito y Ministro de Trabajo. En esa época, el Dr. Carlos Andrade Marín regresaba de hacer un curso de postgrado en Francia. “Me atendió y me salvó la vida”, porque tuvo una enfermedad que se llama Glomerulonefritis. “Esto reforzó mi idea de estudiar medicina”.

En 1962 ingresaron 200 jóvenes de varios sitios del país a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador. Todos con la ilusión de concluir los estudios. Uno de los compañeros de Ramiro Montenegro era el manabita Rudy Ortiz Iriarte, quien después de convirtió en uno de los narradores deportivos más respetados del país. Se lo conoce como Rudy Ortiz Iriarte, “El relator con arte”, quien tenía mucho talento para la medicina, pero más pudo el periodismo deportivo. “Después ya no lo veíamos en la facultad, pero le escuchábamos por la radio”, cuenta el galeno.

La medicatura rural en el Ecuador

Los médicos graduados en 1970 fueron los iniciadores de la medicatura rural en el Ecuador. Ramiro fue nombrado presidente de la promoción de 1970 y en el 2020 cumplieron 50 años de egresados y de haber iniciado la medicina rural en el Ecuador.

Ese reencuentro le motivó a publicar el libro “La Historia de la Medicina Rural en el Ecuador”, que ha sido muy bien comentado por los expertos en el tema de medicina rural. La publicación recoge las experiencias que tuvieron 84 chicos, graduados en la Universidad Central del Ecuador, en las diferentes parroquias muchas de ellas muy alejadas, muy pobres y desatendidas porque en esa época “cuando iniciamos la medicina rural, la gran mayoría de parroquias rurales no contaban ni con luz eléctrica, agua potable o vías de acceso, peor aún teléfonos o medios de comunicación, de modo que fue una aventura en muchos de los casos”.

“Una hazaña que nosotros, los médicos rurales, hicimos en las diferentes parroquias a lo largo y ancho del país. Fuimos 125 médicos los pioneros de la medicina rural en el Ecuador, de los cuales 84 graduados en la Universidad Central y 21 en la Universidad de Cuenca”, indica.

Asegura que la medicina rural cambió la situación sanitaria en el país, porque antes de 1970 el agro y sus comunidades estaban completamente abandonadas en el tema de salud.

El doctorcito de la parroquia Pedro J. Montero, más conocida como El Boliche

Como se habían creado 100 subcentros y era la primera promoción que iba a realizar la medicina rural se permitió a los médicos que escojan el sitio donde querían ir. “Yo escogí el nombre poniendo el dedo, fui bajando, bajando. Me detuve en un punto y cuando abrí los ojos era la parroquia Pedro J. Montero, en la provincia del Guayas”.

Vivió un año en ese pueblo que estaba ubicado a dos kilómetros de Milagro, pero nadie sabía dónde estaba ubicado, porque no le conocen por ese nombre, sino como Boliche. Cuando preguntó por parroquia Pedro J. Montero nadie le dio razón, pero después le avisaron cuál era el nombre con el que lo conocían “Boliche”. La gente lo recibió con afecto, decían “ya viene el doctorcito”.

Por esa zona estuvieron cuatro médicos recién graduados en parroquias cercanas. Recuerda que Miguel Bravo, estaba en Pedro Carbo; Jorge Vaca, en Lomas de Sargentillo; Franklin Bahamonte fue a Mariscal Sucre; y Ramiro Montenegro a Pedro J. Montero, una parroquia que lleva el nombre de un militar liberal oriundo de Yahuachi, que sirvió a los gobiernos de Eloy Alfaro y Leonidas Plaza Gutiérrez.

Ramiro no solamente les atendía de lunes a viernes a los pobladores, sino también los fines de semana, feriados, noches, tardes, madrugadas… Esto permitió que la comunidad le acoja con una simpatía hasta el punto de que cuando se despidió le hicieron un homenaje, le entregaron un diploma y después de 50 años todavía había el recuerdo de su paso por El Boliche y le hicieron nuevamente un homenaje en la Parroquia, tuvo que viajar al lugar para estar presente. Eso que fue emotivo, valioso y le dejó mucha satisfacción.

La presencia del médico rural

La presencia del médico rural no solamente es importante, sino es excepcional, manifiesta. “Los médicos que fuimos y siguen yendo a los lugares alejados, no solamente atienden a los pacientes, sino que se convierten en factores para desarrollo, pues son también agentes de desarrollo de esa parroquia, porque con base a su trabajo, a su gestión, poco a poco los pueblos fueron recibiendo atención del Estado y les proveyeron de agua potable, alcantarillado, luz eléctrica, teléfono, lo cual no existía en 1970”.

Cuenta que hay casos en los que el médico se convirtió en el propulsor del desenvolvimiento de la parroquia. Por ejemplo, en Puerto López, provincia de Manabí, el médico logró la creación del primer colegio de la localidad, lo cual cambio la mirada de esa parroquia. En aquella época casi nadie lo conocía y ahora es un sitio de visita obligada. En la provincia de Imbabura el médico rural creó una cooperativa de artesanos y logró que sean exportadas las artesanías al exterior. Al lograr esa actividad comercial mejoró ostensiblemente la situación del pueblo porque mejoró la economía de los hogares que vivían de ese oficio, insiste. Hubo cambios fundamentales, no solo en el aspecto de la salud, sino en el aspecto integral. “Lógicamente no se ha llegado a lo ideal, pero si se constituyó en un motivo de cambios y progreso para la ruralidad”.

Sus padres sí querían que sea médico y respetaron su decisión. En su familia no había antecedentes de ningún médico, sino más bien muchos abogados, incluido a un tío que fue presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Carlos Montenegro Aguilar. Los hijos y sobrinos de él eran todos abogados.

Vivía en el sector de La Libertad, en el centro-occidente de Quito. Relata que iba caminando hasta el Colegio Montufar, eso le ha permitido que tenga un buen estado físico y una buena salud.

Se siente muy agradecido con la gente, por ello, indica, tiene la obligación sincera de servir a los demás, porque aparte de atender en su consulta privada, también atiende a personas de escasos recursos económicos, a través de la Fundación Metro Fraternidad.

Creó la Liga Ecuatoriana Contra la Epilepsia y la Clínica de Epilepsia, para atender a gente de escasos recursos económicos y ha intervenido en el Centro Médico Comunitario en el Club de Leones en postas médicas. Ha viajado para atender a gente de bajos recursos en todo el país.

Asegura que siempre hay que mantener la humildad, porque el hecho de haber alcanzado un determinado nivel no le hace superior a nadie. Cuando le han peguntado de dónde es usted, él contesta, “yo soy quiteño nacido en San Miguel de Bolívar”. 10 años vivió en esa ciudad y 65 años en la Carita de Dios; eso ha hecho que lo sienta como su verdadero lugar de nacimiento y de vida. “Quito me ha dado todo lo que yo soy. Mis mejores amigos, maestros…

Se reconoce como un gran bailarín, no toma licor. La alegría no debería basarse en tomarse unas copas para sentirse satisfecho y alegre. Por ello, desde su profesión y afición por el deporte ha combatido el alcoholismo, “que es un problema serio, que le causa muchos problemas a la sociedad”.

Así es la vida de Ramiro Montenegro, una combinación entre su pasión por el “Papa Aucas”, la dirigencia deportiva y la neurología. Las tres actividades le han permitido dejar una profunda huella entre los seguidores del deporte, sus pacientes y seguidores.

Voces de mi Ciudad
Iliana Cervantes Lima

 

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