Roque José Maldonado Paredes es arquitecto de profesión, graduado en la Universidad Central del Ecuador, pero más pudo su amor por la caricatura y la broma. Por ello, es considerado el padre del humor puro, absurdo en broma y sin palabras, donde la imaginación es parte fundamental en sus dibujos.

El escritor lojano Ángel F. Rojas decía que “La caricatura de Roque no necesita traducirse. Lo dice todo…  Alguna vez he dicho, sin disimular: mi envidia, cuanto puede conseguir, en forma instantánea, la caricatura, al igual que la poesía o la música, aun cuando las dos últimas, requieran la ayuda del factor tiempo para producirse”.

Estuvo más de 60 años en diario El Comercio, desde 1958 hasta el 2019. Se inició en la revista deportiva Cancha, dirigida por Alfonso Laso Bermeo. Ahí empezó como publicista, le pagaban por cada dibujo que hacía. En esa época no tenía ningún acercamiento con la política, opinión o comentario. Su trabajo era muy valorado y se difundió su talento en los medios de comunicación, por ello fue llamado a diario El Comercio de Quito, de propiedad de la familia Mantilla. En ese tiempo, el médico Asdrúbal de la Torre era el caricaturista oficial del matutino quiteño.

Ingresó al vespertino Ultimas Noticias, donde estuvo por muchos años. En este periódico robusteció su proceso de aprendizaje en los distintos campos de la información. “Mi papá es arquitecto de profesión, no tenía una formación política y aprendió en el diario sobre este tema”, indica su hijo Diego Maldonado Herrera.

Pasaron los años y el Dr. Asdrúbal de la Torres tuvo la oportunidad de salir del país, por lo que se separó del diario, Roque se principalizó temporalmente y pasó a El Comercio. “Don Carlos Mantilla Ortega me dijo: hay una oportunidad para usted, prepare la caricatura de hoy”. Roque se quedó pensando en qué haría, pues no se consideraba político, pero se lanzó al ruedo. “Un 26 de septiembre de 1958 se publicó en El Comercio, mi caricatura, que tenía que ver con un tema internacional”, recuerda con precisión. Ahí empezó a descubrir los talentos que tenía.

Después de un tiempo regresó Asdrúbal de la Torre y Roque retornó al equipo de Ultimas Noticias, pero desde mediados de la década de los 70 formó parte del diario independiente fundado en 1906. Así creó la sección Desenfoque, el humorismo sin palabras.

Es autor de seis libros: “Ojo pintura fresca”, “Este pequeño mundo”, “Desenfoque y El humor absurdo”, Lapizurdo”, “Mundillo “Animalín” y “Viaje al Mito”. A “Este pequeño mundo” le tiene un cariño especial porque sus dibujos nacieron de su imaginación y deja a la interpretación de quien los ve. El poeta imbabureño Gonzalo Aguinaga Zumárraga hizo un comentario sobre la muerte en este libro, porque había muchos elementos oníricos bastante fuertes. “Dibujar una calavera que ríe detrás de una careta extraña que llora: qué inteligencia que hay dentro de las líneas. Hay que reír. Que se acabe la pena, hay que reír, reír, de esa manera. La caricatura de Roque es la vida. Hay que reír con los ojos y los labios. Quimeras, al final, son todos los días…”.

Las revistas de humor también tuvieron un espacio importante en Roque Maldonado. En 1967 fue parte del equipo que publicó la Revista humorística “La Bunga”, que duró más de dos años. Luego, a fines de la década de los 70 e inicios de los 80, llegó “El Duende”, donde fue el director.  En 1982, el caricaturista y arquitecto ganó el Premio Especial del Comité de Selección en el Tercer Concurso Internacional de Caricatura, convocado por el diario japonés The Yomiuri Shimbun. Compitió con 10.053 caricaturistas de todo el mundo.  

Simultáneamente hacía ilustraciones para varias instituciones públicas, la mayoría eran educativas, sobre ahorro de luz, agua potable, buen trato, cordialidad, entre otros temas. En otras informaba sobre las obras que realizaban los ministerios de Obras Públicas y Telecomunicaciones, como se llamaba en esa época; de energía o de la recién formada Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana, CEPE. Le gustaba mucho hacer folletos e ilustraciones como uno que realizó para EMETEL, donde graficaba los beneficios que brindaba tener un teléfono en la casa.

Los dibujos para las publicidades también eran importantes en aquella época: Pasteurizadora Quito, La Química, La Botica Alemana, entre otras empresas, eran sus clientes. Fue parte de las revistas “La Bunga”, dirigida por Asdrúbal de la Torre; y “El Duende”, donde él era el director. El humor y el doble sentido eran parte importante de este personaje, que ha sido merecedor de dos Premios Nacionales de la Unión Nacional de Periodistas, UNP.

Roque Maldonado es quiteño. Nació en 1934, en el barrio San Roque, en el centro de Quito, por eso siempre ha defendido este lugar de la Carita de Dios. En 1985 tuvo un pequeño impase con el alcalde de ese entonces, Gustavo Herdóiza León, a quien le pidió que el Centro Histórico se haga comercial, pero con orden, no cerrando las calles y utilizando las veredas. “Mi papá si ejercía políticamente su derecho a opinar sobre las cosas que le parecían bien o mal de la ciudad”, indica su hijo. Pero en 1980, tuvo la oportunidad de conversar con el presidente de la República, Jaime Roldós Aguilera, quien le estimuló al insistirle “dibújeme nomás, pero con cariño”.

El humor y la alegría siempre fueron parte de su vida. Eso sucedió cuando viajó a Francia a especializarse, cuando regresó al Ecuador, sus amigos le preguntaban ¿qué es lo que más le gustó o asombró de ese país europeo? Roque, con una sonrisa contestaba, que no entendía cómo en París había muchas farmacias francesas, mientras en Quito solo había una, recuerda su amigo y compañero de diario El Comercio, Edwin Rivadeneira González.

Así también en 1967, daba a conocer su admiración por la actriz italiana Sofía Loren, de quien indicaba que “nunca pude decirle nada porque se casó con el galardonado productor Carlo Ponti”. Aseguraba que ahí pudo escribir los versos más tristes esa noche, esto parafraseando al Poema 15, del escritor chileno Pablo Neruda.

El diario The Phoenix Gazette, de los Estados Unidos, que fue fundado en 1881 y dejó de emitirse en 1997, publicó un artículo donde daba a conocer sobre la visita de Roque a ese periódico, como participante del Programa de Visitantes Internacionales del Departamento de Estado. Uno de sus objetivos era estudiar técnicas y procesos de dibujo animado.

Al dibujante y caricaturista le gusta tocar la guitarra. De vez en cuando cantaba pasillos, pero también le encantan los boleros, especialmente los interpretados por Los Panchos, con quienes tiene una fotografía autografiada por el trío original en su casa: los mexicanos Chucho Navarro, Alfredo Gil y el puertorriqueño Hernando Avilés.

Fue amigo de Asdrúbal de la Torre, Marco Ordóñez, Jorge Rivadeneira, Gilberto Mantilla, Gabriel Garcés Moreano “Polvorín”, Santiago Jervis, Edwin Rivadeneira, Enrique Echeverría, entre otros.

Asegura que en la escuela La Salle, donde estudió la primaria y la secundaria, le exigían que escriba y dibuje con la mano derecha, pero él era zurdo y así quedó. “Viendo que no podía nada con la derecha, me dejaron con la izquierda”, indica con una sonrisa Roque, quien asegura que “cuando comenzó a dibujar caricaturas, descubrió que no sabía dibujar, tenía solamente soltura en las manos para manejar el lápiz, pero le faltaba desarrollar la imaginación, creatividad, estilo, que lo busca en cada tema especial…”.

En 1973 el periodista   y dramaturgo quiteño, Raúl Andrade Moscoso, escribió en su sección Claraboya de la Revista Siete Días, sobre Roque Maldonado, donde destacaba el humor natural y la inmediatez de su reacción al dibujar una caricatura. Por ello pedía “que el humor y la gracia le acompañen en el centenar de años que aún le quedan por vivir, al endemoniado Roque…”.

Con de más de 60 años de ejercicio periodístico, con un lápiz cargado de humor e ironía, Roque Maldonado cultivó, con cada trazo, el don de la ironía, como única respuesta a hechos, acontecimientos, sueños e imaginaciones que no necesitan palabras para su representación. Desde su departamento, en el Norte de Quito, junto a su hijo Diego, siente la satisfacción del deber cumplido, a través del dibujo y el humor.

LOS LIBROS DE HUMOR PURO Y ABSURDO-Todo sin palabras

Roque Maldonado se caracterizó por crear sus ideas en los dibujos y los dejó plasmados en sus seis libros, que son de imágenes y muchas interpretaciones, porque es bastante abierto y “hace volar la cabeza”.

El arquitecto, humorista y amante de la guitarra, indica que su personaje favorito es “el hombre abandonado de todos y bien vale tratar de representarlo con sus mil rostros anónimos”. Siempre hay que entregar un mensaje, porque toda obra es un arte, repetía en una entrevista que le realizaron en 1980.

Ojo pintura fresca

El primer libro fue “Ojo pintura fresca”, dibujado en 1967. Es una visión humorística, que fue auspiciada por la Universidad Central del Ecuador. La presentación la realizó Juan Andrade, quien escribió que “Roque capta intuitivamente, sin más armas que su agudeza, su increíble habilidad mental y su optimismo, el detalle insólito, las características insólitas del personaje común… Todos sus dibujos revelan esa realidad, que pasa casi siempre desapercibida: el absurdo cotidiano, la incongruencia habitual, que solo se manifiesta en una mirada clara y directa, a la vez cálida y sensitiva…”.

Este libro tuvo en su primera edición 1.500 ejemplares. Se terminó de imprimir el 3 de agosto de 1967, cuando fue rector de la Universidad Central el Dr. Juan Isaac Lovato. El jefe de talleres de la Editorial universitaria fue César Viteri H.

“Este pequeño mundo”

Luego llegó uno de los libros que más le gusta comentar: “Este pequeño mundo”, donde el humor absurdo se hace presente, porque asegura que así es la vida…  “Es una muestra humorística, sin palabras”. Hay un segmento que se llama Pesadillas en cien actos. “Es la historia de una pesadilla, a través de cien imágenes sucesivas de alguien que se va a dormir. Es un sueño, donde van cambiando las formas de las cosas, aparecen distintos objetos y situaciones, que se cierran cuando despierta”, indica su hijo.

La presentación del libro la realizó Raúl Andrade, quien calificó a Roque como “un caricaturista irreverente”, que “dice con aire inocentón, de no quebrar un plato, llamarse Roque, como si nada…”. Esta edición fue auspiciada por la Unión Nacional de Periodistas (UNP).

En una ocasión el poeta y jurista imbabureño, nacido en Atuntaqui, Gonzalo Aguinaga Zumárraga, en 1930, le hizo un comentario sobre la muerte en este libro, porque había muchos elementos oníricos bastante fuertes. Aparte de ello, Raúl Andrade, escribió un artículo completo en el vespertino quiteño Ultimas Noticias, en el que decía: entre otras cosas: “Roque ha dibujado la caricatura de una calavera que ríe en la sombra sacándose una careta que llora. Con una risa de Roque todo se cura. Metáforas de líneas… cosas imposibles que nos ocurren cuando estamos a solas: siluetas, figuras y dolores en broma, como para reírnos de nosotros mismos. La raya de la risa, el lápiz filo que fusila al prejuicio, a la neurosis. Reír para vivir. La risa es existencia. Hay que reír, reír; de esa manera. Hay que reír. Que se acabe la pena: es el derecho universal a ser dichosos, toda risa pasada es siempre nueva…

El texto decía que dibujar una calavera que ríe detrás de una careta extraña que llora: qué inteligencia que hay dentro de las líneas. Hay que reír. Que se acabe la pena, hay que reír, reír, de esa manera. Caricatura de Roque es la vida. Hay que reír con los ojos y los labios. Quimeras, al final, son todos los días. Roque ha dibujado una calavera que ríe, que ríe tras la careta que llora; varios tomos de filosofía… en una línea que ríe de oreja a oreja. Hay que reír, reír de esa manera. La misma paz continúa siendo guerra si la paz no es una gran risotada. El principio de igualdad de la alegría, la igualdad para reír de los que sufren.

Una pluma llena de ideas, una risa que se escucha en los cinco continentes. La risa es el secreto de la vida… Una calavera que ríe, fijamente, sacándose una careta con lágrimas: con una caricatura así, se puede salvar la vida… con una carcajada”, concluía el comentario de Raúl Andrade.

“Desenfoque y el humor absurdo”

En 1984 vino “Desenfoque”. Este libro, que tiene en su biblioteca Roque, en la primera hoja, está escrito un autógrafo de Fidel Castro Ruz, firmado el 15 de abril de 1985. En sus páginas se toman los dibujos de la sección “Desenfoque”, humorismo gráfico puro y sin palabras, que se publicaba en Diario El Comercio…

La presentación la realizó su compañero de diario El Comercio, Alejandro Carrión, quien reiteraba que “cuando Roque dibuja, me figuro, todo salta en torno de él, todo se le ofrece: los pobres objetos cotidianos, abrumados por la costumbre, al extremo de que casi no los vemos, le claman que los tome y les dé una nueva vida del prodigio, de la ilogicidad de la vigilia, que es la lógica profunda e imbatible del sueño, dentro de un clima de humor, tan caudaloso que embebe cuanto le rodea…”.

En este libro se presenta un dibujo que fue presentado en el “Tercer concurso internacional de caricatura”, convocado por el diario japonés The Yomiuri Shimbun, que tenía, en 1982, una circulación de 8.5 millones de ejemplares diarios, el ecuatoriano Roque Maldonado, ganó el Premio Especial del Comité de Selección, compitiendo con 10.053 caricaturistas de todo el mundo.  El tema se basaba en las Murallas (visibles e invisibles, que impiden una mayor comunicación y comprensión entre hombres y pueblos) y otro sobre un tema libre”, publicaba diario El Comercio. El premio que obtuvo el dibujante quiteño fue de 200.000 yens.

El diario El Mercurio de Cuenca publicó un artículo firmado por Mauricio Babilonia, en el que hablaba del Humor Absurdo, donde se resaltaba el talento del dibujante capitalino. Decía lo siguiente: “Argentina ha sido pródiga en extraordinarios dibujantes humorísticos, cuyas obras se publican en muchas naciones del mundo y en varios idiomas. De los de antes citemos a Lino Palacio, creador de Doña Ramona y a Divito, autor de esa extraordinaria tira que se llama «El otro yo del doctor Merengue». De los nuevos Quino, Broccoli, Caloi. El primero creador de Mafalda, éxito extraordinario llevado ahora al cine. En Ecuador, Miguel Ángel Gómez, hace muchos años, publicó en Diario El Universo su tira cómica Saeta y Rafles. Y pare de contar. Cosa distinta es con los caricaturistas, algunos de ellos excelentes. Por ejemplo, César y Rómulo Burbano y Marco Antonio Sánchez en Cuenca. Asdrúbal de la Torre en Quito. Pero dibujantes de humor no se dieron por estas playas. Por ello y por su imaginación desbordante y constante, la obra de Roque Maldonado llena de adoración todos los días, porque este artista publica su columna Desenfoque en Diario El Comercio.

Sin exageración, porque estamos siempre lejos de ella, Roque Maldonado tiene obra de idéntica valía a la de Sempé, Mordillo, Quino para citar a los más destacados de la creación del humor, el humor negro y el humor del absurdo. Cuando un hombre al pelar una fruta se encuentra con un reloj de bolsillo, cuando un astronauta se ahorca aprovechando de la pinta de la luna en cuarto creciente, cuando las figuras de las barajas sienten el ramalazo del amor, hemos entrado en mundos nuevos, plenos de imaginación que hacen más llevaderos los viejos problemas cotidianos de siempre.

Roque ha publicado ya un libro con alguna parte de su obra desperdigada en diarios y revistas, esa obra de fuegos fatuos del periodismo siempre fugaz como llama en invierno. Interesante’ sería que alguna entidad, digamos el Banco Central del Ecuador para ser exactos, reúna en un buen libro la producción de este humorista singular, siempre mejor, siempre con más capacidad de sueño y de vida”, publicaba el artículo del diario cuencano.

“Lapizurdo”

En 1985 presentó su libro: “Lapizurdo”. La presentación la realizó Rodrigo Villacís Molina, a quien le comentaba el arquitecto y caricaturista, que “la cartulina en blanco le obsesiona, por ello siente la necesidad de rayarla”. Asegura que quien debe explicar lo que observa es la persona que ve sus caricaturas. “Yo me limito a dibujar…”.

En la página final del libro se puede observar el saludo de Roque por los 80 años de diario El Comercio, donde indica que “en el afán de desarrollar, en nuestro medio, el interés por el humorismo sin palabras se creó la sección desenfoque y la presente muestra es una nueva selección de esos ensayos gráficos del absurdo en broma… “. Fue realizada por la Editorial La Bunga y Producciones El Duende…

“Mundillo Animalín”

En 1987 publicó “Mundillo Animalín”. Este libro fue patrocinado por diario El Comercio y la presentación la realizó su amigo, Gabriel Garcés Moreano “Polvorín”, quien destacó que “Roque es un inconformista. Nunca está satisfecho con abordar solamente el tema oportuno de los acontecimientos cotidianos, para estampar un dibujo y una frase sutil o lapidaria, que interprete con exactitud lo que los lectores piensan y sienten. Él es un cultor loco del humorismo permanente, de ese llamado humor puro, válido para siempre…”.

“Viaje al Mito”

Y en 1994 publicó “Viaje al Mito”, donde Roque Maldonado “busca el lado flaco de la mitología. Como todos sus libros son realizados por la Editorial La Bunga y Producciones El Duende. El prólogo lo realizó, quien fue presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Edmundo Rivadeneira, quien hizo algunas reflexiones sobre la risa.

“Roque Maldonado coloca a su servicio una imaginación inagotable, tanto más original y rica, cuantas son las posibilidades de precisar en el comportamiento de los seres humanos, la presión que ejercen los mitos de la vida y la naturaleza… Agudo, perceptivo, incansable, permanente, sorprendente, los desenfoques de Roque son, desde hace años, un risueño asombro de todos los días. Son la ventana del humor inteligente abierta en medio de la opinión editorial, siempre responsable y seria, y de las informaciones gracias a las cuales nos enteramos de que la humanidad sobrelleva el peso de un mundo cada vez más enloquecido e injusto. Lo de Roque no es sino la paradoja graciosa de la incertidumbre… “.

LAS REVISTAS

La Bunga

Las revistas de humor también tuvieron un espacio importante en la vida de Roque Maldonado… En 1967 fue parte del equipo que publicó la Revista humorística “La Bunga”, que duró más de dos años. A modo de broma decían que: “Era el pasquín mensual que sale a los dos años, porque no le tiene miedo a nadie…”.

La revista salía intermitentemente, una publicación de inicios de los años 70 costaba cinco sucres. Era el Gobierno de Guillermo Rodríguez Lara, por ello había una sección que se denominaba: “Wellcome to Pujilí”, esto porque el general nació en ese cantón de la provincia de Cotopaxi. Había otras secciones como: “El Arca de Noe”. Además, una fotonovela que la denominaron: “Sixto Llorón Ballén”, de la que decían que “cualquier parecido con personas reales o irreales es pura coincidencia”.

Además, presentaba artículos humorísticos como “Disque están sembrando petróleo”. Polvorín hacía reflexiones médicas, Corín Cajíao, Plinio y los filósofos, el Arca de Noe, así como Aventuras de los refinados en el oriente”, esta columna era realizada por Roque. Había también Plan para un nuevo tipo de Gobierno, escrito por el Cínico, antes se usaban seudónimos. Así también: Flash, noticiero electrónico y el Buzón de la Bunga. Había cuentos infantiles, cachos del recuerdo, el sesudo editorial, el diario del Che, curuchupas caídos del paraíso, Caín no mató a Abel, No hay quinto malo, sección refranes, espigas políticas, Caspicara, entre otros.

En esta revista se publicaban artículos humorísticos con los personajes políticos, que estaban en boga en aquella época: Otto Arosemena Gómez, Carlos Julio Arosemena Monroy, Carlos Guevara Moreno, Camilo Ponce Enríquez,  Galo Plaza Laso, Jorge Zavala Baquerizo, Andrés F. Córdova,  Raúl Clemente Huerta, José María Velasco Ibarra, Guillermo Rodríguez Lara, Sixto Durán Ballén, Jaime del Castillo, Jaime Nebot Velasco, César Plaza Monzón, Ruperto Alarcón, Antonio Parra,  Benjamín Carrión, Julio Moreno Espinosa, Carlos Andrade Marín, Carlos Cueva Tamaríz, Galo Pico Mantilla, entre otros.

La revista en sus distintos números tuvo el auspicio del Banco La Filantrópica, Briz Sánchez, Casino Boîte Hotel Humboldt Capitol, Hotel Majestic, Fábrica de oxígeno AGA, Lanafit, IETEL, Mutualista Benalcázar, Martinizing, La Química, la línea aérea Area, Ecuatoriana de Aviación, Tame, Ecuacar, Confecciones Imán, Güitig, Inti CORI Taller Guayasamín, Traguito y Gallito, Marlboro, Wolkswagen, Firmeza Industrial Cia. Ltda; Bolsa de Valores de Quito, Café Minerva, Orange, Crush, Fósforos El Gallo, Maicena Andina, entre otros.

En La Bunga se presentaban como autores, cómplices y encubridores: “Asdrúbal, Roque, Chulla Romero (Marco Ordóñez), José Alfredo, Soflaquito (Jorge Rivadeneira), Polvorín (Gabriel Garcés), Pecho Hermoso (Enrique Echeverría) Gilberto Mantilla, El Santo (Santiago Jervis), Edwin Rivadeneira…

El Duende

Luego, a fines de la década de los 70 e inicios de los 80 llegó “El Duende”, Roque fue el director. Ahí estuvieron: Jorge Rivadeneira, Polvorín, Pancho, Roberto Salazar, Luis Santacruz y José Cárdenas. Tenía un costo de 20 sucres, su eslogan era “Cada mes salvamos el país”. El registro Sendip era No S.P.I. 231.

Era la época cuando se volvía de la dictadura a la democracia. Los partidos Conservador, Liberal, Izquierda Democrática, Social Cristiano, Concentración de Fuerzas Populares, Frente Amplio de Izquierda (FADI), Movimiento Popular Democrático, Nacionalista Revolucionario, CID, UDP, Velasquismo, participaban en el escenario político del país.

Las imágenes de Sixto Durán Ballén, Rodrigo Borja, Jaime Roldós Aguilera, Raúl Clemente Huerta, Francisco Huerta Montalvo, Jaime Roldós, Abdón Calderón Muñoz, Camilo Mena, René Maugé Mosquera, Álvaro Pérez Intriago, Patricio Romero Barberis, Fabián Alarcón, Enrique Gallegos Arends, Manuel Córdova Galarza, Osvaldo Hurtado, Blasco Peñaherrera, León Febres Cordero; el triunvirato militar, conformado por Guillermo Durán Arcentales, Luis Leoro Franco y Alfredo Poveda Burbano, eran frecuentes en las publicaciones.

Había varias secciones: Recuerdos del humor quiteño, El libro gordo de Petete, Políticos al día, Posta al Capitolio, El Duende Deportivo, Chismecitos deportivos, Yo médico, Urbanidad y malas maneras; Machaquita, una man 78, 79…; Los candidatos en paños menores, Después de la Campaña, Dialoguito, Analfabeto electoral, Cuando las papas queman, Las Cirineas, Túneles con Historia, Esta carrera sigue en las últimas, Diccionario, La Mano Negra, Dialoguitos mal hablados, Piropos a la quiteñas …

Los auspiciantes de El Duende eran: Fanta, Distribuidores Cabeza de Vaca Hermanos Cía. Ltda, Orange Crush, Si Café, Filanbanco, Fanta, Muñoz Hermanos que vendía la revista Condorito, Copicentro, Orient, Wesco, Café Minerva, el conjunto residencial La Granja, Lanafit, Casa de Cambios de Rodrigo Paz, Lanfor, Sprite, Pasteurizadora Quito, Metropolitang Touring, Briz su gente amable, Banco Popular, Xerox, La Internacional…

Ángel Felicísimo Rojas escribió sobre las caricaturas de Roque

El académico, escritor y articulista lojano radicado en Guayaquil, escribió en la sección Cartas de Guayaquil, un análisis de las caricaturas de Roque, en especial una que tiene que ver con el ámbito internacional, en donde destaca la capacidad de Roque de expresar con su dibujo lo que muchos expertos no lo pudieran hacer en muchas palabras o en muchas hojas. El texto se titulaba: La caricatura política como arma y decía lo siguiente:

“En la semana última el caricaturista Roque nos regaló en El Comercio una caricatura política genial: se trata de “El último tango”, que danzan como pareja la señora Thatcher y el presidente Reagan, al compás del bandoneón que toca el señor Haig. En pocos trazos nos ha dicho, lo que, quienes somos pobres escritores en prosa tuviéramos que hacerlo empleando unas cuantas columnas del diario. Y con una soberana eficacia. En la antología de la caricatura política internacional creo que se incorporará de modo sempiterno. Mi más rendida admiración, compañero Roque.

Alguna vez he dicho, sin disimular: mi envidia, cuanto puede conseguir, en forma instantánea, la caricatura, al igual que la poesía o la música, aun cuando las dos últimas, requieran la ayuda del factor tiempo para producirse. En efecto: bastan unas cuantas líneas movidas por mano maestra, unos pocos versos, o el disparo de una melodía, para que nos quedemos atrapados. De golpe nos sitúan en un espacio en donde la emoción tiene su asiento.

La caricatura de Roque no necesita traducirse. Lo dice todo. Significa, para que no vayamos a olvidarlo, que Inglaterra, confabulada con los Estados Unidos, atacó impunemente a la nación argentina, es decir, a América Latina. Que la «Home Fleet» se había desplazado hacia las Malvinas porque nuestro buen vecino del norte había quedado haciéndole la guardia, que el Tiar, forjado por los Estados Unidos, solamente funcionaba en favor de éste. Y que ese mismo buen vecino prestaba al invasor inglés armas, municiones y base logística para decidir el resultado del enfrentamiento entre los ingleses y los argentinos. Y toda la información secreta que pudieran obtener sus satélites extraterrestres y sus agentes de la CIA.

Cuánto va de ayer a hoy, amigo Roque editorialista gráfico de El Comercio. En 1956 la flota británica tuvo que humillarse ante el mandato del general entonces presidente de los Estados Unidos, para que vuelva sus barcos de guerra a sus apostaderos, impidiendo que el Reino inglés castigara a Nasser por el delito de haberse apoderado por la fuerza del Canal de Suez.

Cuando uno es viejo, evoca recuerdos ligados entre sí. Los españoles tuvieron un caricaturista genial, Bagaria, que, con sus «dibujos de almohadón» aparecidos en El Sol de Madrid, aceleró la caída de la monarquía de Alfonso XIII. Y una caricatura publicada en algún país nórdico, que representaba al emperador Hirohito, en la época de la prepotencia militar japonesa, tirando de un cañón como candidato al Premio Nobel de la Paz, ocasionó una conmoción nacional en el imperio del Sol Naciente.

Pero tenemos aquí quien ha definido, en escuetos rasgos, todo nuestro doloroso drama. El último tango, danzado sobre la pampa argentina. Es decir, sobre nuestra América, a la que dos colosos humillan gratuitamente. Dos candidatos también al Premio Nobel de la Paz”, concluía Ángel Felicísimo Rojas.

Muchos periodistas, intelectuales y personajes de la cultura y arte han escrito sobre Roque Maldonado. Destacan su creatividad e ingenio al dibujar, pero estos trazos tienen un valor agregado: la interpretación depende de las personas que los ven…

Si desea ver la entrevista: https://acortar.link/3e0dSo

Iliana Cervantes Lima

Voces de mi Ciudad

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *