Foto: Izquierda, Luis Castro Espinosa, en 1995, en el Congreso de la Organización Internacional de Periodistas (OIP) cuando lo eligieron presidente en la Asamblea Mundial realizada en Aman Jordania. Derecha superior, En 1971 cuando era presentador en HCJB TV. Derecha inferior, en 1995, cuando fue presidente de la UNP y fue condecorado por el directorio. Constan Alicia Hidalgo, René Vasco y Oswaldo González.
Asegura que su voz no era radiofónica como la de los locutores de la época de oro de la narración deportiva. Por eso le puso un valor agregado: sus estudios de especialización en periodismo deportivo radiofónico y de noticias.
Nació en Saraguro, provincia de Loja, el 13 de junio de 1947. Luis Castro Espinosa ha recibido reconocimientos de la Unión Nacional de Periodistas (UNP), la Federación Nacional de Periodistas (Fenape) y últimamente por la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (APDP) por los 50 años de trayectoria.
En esta carrera se inició en 1965, en radio Ondas del Zamora y Centinela del Sur, de Loja; Ondas Azules de Cuenca, Radio Tricolor de Ambato. En Quito pasó por las estaciones Católica del Ecuador, Gemas, Ecuatoriana, Metropolitana, Gran Colombia, HCJB, Quito, entre otras. Los inicios de Luis Castro Espinosa fueron en Saraguro, en la Liga Deportiva Cantonal. Los domingos hacía animaciones y un noticiero en los altavoces. También ponía música.
Estudió en un seminario porque su tío paterno era un sacerdote franciscano, el padre Buenaventura Castro Montesinos; y su tío materno, Matías Espinosa, era cura de parroquia. Se crío con su papá, don Vicente Castro Montesinos, porque su mamá, Guillermina Espinosa Ayala, falleció cuando Luis apenas tenía nueve meses. Su padre fue telegrafista. “Solía escribir mucho, quizá por ahí está la pasión por la comunicación”, comenta. Su familia no tenía muchas posibilidades económicas, por eso sus tíos siempre estuvieron pendientes de los hermanos Olmedo, Gonzalo, Noemí, Martha y Luis. “Nos consiguieron becas y así estudiamos”.
Luis Castro Espinosa tenía 18 años cuando salió de su ciudad a la capital de la provincia, donde tuvo la oportunidad de ser el director de radio Ondas del Zamora, que era de propiedad de su tía, Otilia Espinosa de Lasso, una maestra de escuela; y su esposo Luciano Lasso Ortega, quien llegó a ser diputado. Eso fue por 1965. Relata que en esa estación el ex presidente de la República, Jamil Mahuad Witt, que en ese tiempo estudiaba en Guayaquil – durante las vacaciones – locutaba y leía las noticias en la radio. La casa estaba ubicada en Santo Domingo y era de propiedad de los abuelitos del también ex alcalde de Quito: los señores Witt. “En esa época no había producción de noticias, había lectura de noticias y se leían los periódicos”.
Trabajó también en Centinela del Sur de Loja, a la par que estudiaba, por correspondencia, en México, el curso de Comunicación y Periodismo que le pagó su tío, Benigno Castro Montesinos, quien es profesor jubilado. Ahora él vive en Portoviejo. En aquella época había en Loja tres radios: Centinela del Sur, Ondas del Zamora y Radio El Progreso. Luis siguió buscando oportunidades e ingresó a Ondas Azules, de Cuenca, de propiedad de Luis Valenzuela, y Radio Tricolor, de Ambato, de propiedad del español Germán Ayuso.
En 1969 se trasladó a Quito. Se inició en Radio Católica del Ecuador, que la dirigía el padre Ángel Rojas. Leía las noticias a las 06:00. En ese tiempo vivía en La Tola y caminaba hasta la calle Imbabura, a un lado del mercado Ipiales, donde funcionaba la estación. Leía las informaciones de El Comercio, en voz alta, primero al director de la radio, luego de ello ingresaba a la cabina. Después debía oír misa.
Trataba de encontrar otros horizontes, en otros medios. En 1971 Luis se encontró con Néstor Arboleda Terán, en Radio Fiesta, que era del Núcleo Radión, porque había un llamado para contratar locutores, pero lamentablemente ya habían escogido. Ambos se fueron a otro, que también había puesto un anuncio que requerían locutores. Era HCJB, canal 4, emitía la señal en blanco y negro. Néstor se quedó en la radio y Luis en la televisión. Hacía el programa “Enfoque Mundial”, de cinco minutos a las 18:00, leía las noticias y a las 21:30 conducía el informativo Telenoticias, que hacía dupla con Édgar Yánez Villalobos, actualmente propietario de Radio Centro.
A Luis Castro Espinosa siempre le gustó el fútbol. En su juventud fue seleccionado de su provincia, por ello, en Quito, fue el narrador deportivo en Radio Gemas y Ecuatoriana. En estas estaciones realizó varias animaciones. Una de ellas, con Manuel Pabón del Pozo, ya fallecido, que fue el festival de la canción nacional. Luego pasó a Metropolitana, de propiedad de Eduardo Loza Cabrera.
En Emisoras Gran Colombia estuvo en dos ocasiones. En 1973 esta estación hacía transmisiones deportivas todo el día. Se iniciaba con los intercolegiales en las distintas categorías y se terminaba, a las 20:00, con los partidos del campeonato de básquet local, box y carreras automovilísticas. La segunda fue cuando renunció a Radio Quito para transmitir el Mundial de Fútbol España 1982. “Fue la única radio del país que estuvo presente en esta competencia internacional y fui el único periodista ecuatoriano que transmitió desde un pupitre, acreditado”. En esa época no había derechos de radio y no se transmitía por televisión. Simultáneamente enviaba sus notas para Últimas Noticias y Diario El Comercio. Durante el evento mundial, Alfonso Lasso Bermeo le convenció para que regrese a Radio Quito
En la “Voz de la Capital” estuvo desde 1972 hasta 1988, laboró con Alfonso Lasso Bermeo, Blasco Moscoso Cuesta, Edison Vargas Acosta, Jaime Naranjo Rodríguez, Eduardo Flor Andrade, Patricio Jarrín Hidalgo, Raúl Jarrín Hidalgo. En esa época el periodismo deportivo se fue profesionalizando. En esta estación, Luis fue fundador de Ecuadoradio, La cadena del Triunfo, cuando fue director Fernando Fegan. Estaban Gonzalo Rosero, Néstor Arboleda, Hercilia Torres, Edmundo Carrera, Libardo Núñez, Luis Onofa, Rodrigo Rangles, entre otros.
En esta emisora le aconteció una anécdota. “Nos quedamos jugando 40 con Edmundo Carrera, ya fallecido, y otros compañeros, cuando de repente entró Carlos Mantilla Hurtado, hijo adoptivo de don Jorge Mantilla. Enojado nos reclamó: ustedes jugando, mientras a la vuelta, en el Palacio de Carondelet está ocurriendo un intercambio de disparos”. Salieron disparados a la cobertura.
En septiembre de 1975, desde la Funeraria Quito, que estaba situada en las calles Cuenca y Mejía, diagonal al Museo de Arte Colonial, el General Raúl González Alvear estableció su cuartel improvisado e intentó sacar del poder al General Guillermo Rodríguez Lara “El Bombita”, líder del Gobierno Nacionalista y Revolucionario. En este día asesinaron al escolta Víctor Hinojosa. “Ahí tuve la oportunidad de conocer a un brillante oficial que llegó a ser General de la República, Miguel Iturralde, quien era Jefe de la Escolta Presidencial y nos brindó toda la facilidad para la cobertura”. De este episodio de la historia que nos recuerda Luis Castro Espinosa también surgió la novela “ La Guerra de la Funeraria” de autoría del periodista y escritor Byron Rodríguez Vásconez.
Al inicio, en la radio se escogían las voces. “Yo no tenía buena voz, pero mi especialización fueron los estudios e hice periodismo deportivo radiofónico y periodismo de producción de noticias, que era diferente: libreto, producción, entrevistas”. En 1972 condujo el programa “Cóndor, Voces y Oídos del Deporte”, que se transmitía de 12:00 a 12:30, de lunes a viernes. Tenía la dirección de José Lasso Bermeo quien leía desde la redacción de Ultimas Noticias las informaciones deportivas internacionales. Los comentarios eran de Blasco Moscoso Cuesta, a quien Luis le grababa en Casa Paz, donde trabajaba. La casa de cambios quedaba en la calle Venezuela, en el Pasaje Amador. La redacción de Ultimas Noticias estaba en la avenida Maldonado y Tablón.
A la par que trabajaba en Radio Quito, don Alfonso Lasso Bermeo, “Pancho Moreno”, lo llevó a trabajar en el vespertino capitalino Últimas Noticias, como reportero. Tenía una columna que se llamaba “Chismes Deportivos”, firmaba con el seudónimo LUCE, que significaba Luis Castro Espinosa. Igual, envío notas a la revista El Gráfico, de Argentina, cuyo director era Constancio Sevigil, quien le pidió a través de un periodista de ese medio que envíe informaciones de lo que sucede en el ámbito deportivo ecuatoriano. Recuerda que el reportero de la revista llegó a Quito a transmitir el partido de fútbol entre Huracán y Liga Deportiva Universitaria. “Don Alfonso Lasso me dio su carro para que lo lleve a conocer la ciudad”.
En 1981 cubrió el conflicto bélico con el Perú, conocido como la guerra de Paquisha, Mayaicu y Machinaza. Por canal 8 fue Eduardo Kalifé. Luis Castro Espinosa estuvo acompañado por el cronista gráfico Diego Sandoval, ya fallecido. Le entrevistaron al comandante de ese entonces Miguel Zaldumbide. Le enviaron de diario El Comercio porque realizó un curso de especialización de conflictos en la Unión Soviética. Luis en esa época colaboraba desde Quito con la Agencia Rusa de Información Nóvosti. Realizó un curso especial de Cronistas de Guerra.
Recuerda que el director de Diario El Comercio, Humberto Vacas Gómez, se presentó en la Redacción del diario y pidió un voluntario para cubrir la información desde la frontera. Patricio Torres Silva, reportero, dijo “aquí hay un periodista que acaba de especializarse en esta materia y sería bueno que a él se lo envíe”. Luis comandó el equipo de trabajo.
Tres años atrás, en 1978, tuvo la oportunidad de trabajar con Álvaro Pérez Intriago, cuando fue alcalde de Quito, a quien lo califica como un caballero y excelente persona. Luis fue su jefe de Relaciones Públicas, durante toda su administración.
En el Ministerio de Obras Públicas, colaboró con Juan Neira Carrasco. Cuenta que para llegar a ese cargo le pasó una anécdota. En 1988, en el Gobierno de Rodrigo Borja, fue nombrado director nacional de Deportes, pero cuando llegó al Palacio de Carondelet para posesionarse, le comunicaron que un alto dirigente deportivo había llamado al Presidente de la República y se había opuesto a su nombramiento. Al retirarse de Carondelet se encuentra con el Ing. Neira y le propone trabajar a esta Cartera de Estado. Le contestó inmediatamente que sí.
Luis Castro Espinosa fue el creador del Comité de Empresa de los trabajadores de la C.A. El Comercio. El 4 de diciembre de 1984 comandó una huelga que duró un día. El presidente de la República era León Febres Cordero y le encargó la mediación de esa huelga al ministro de Trabajo, Francisco Díaz Garaicoa. A las 13:30 se reunieron en el Despacho del Ministro, con el Dr. José Thome Amador, esposo de Consuelo Mantilla, quien era el Director de la empresa y Jaime Chávez Granja, director del diario. “Yo era la cabeza de los trabajadores, para ver la posibilidad de llegar a un acuerdo hubo una reunión de mediación. Muchas centrales sindicales quisieron formar parte de esta huelga y yo no les permití, porque eso era asunto solo de El Comercio”.
A las 17:00 hubo una llamada del presidente León Febres Cordero al Ministro, para que le informe sobre el avance de las negociaciones. Los dirigentes pidieron un incremento salarial mínimo y que se paguen las utilidades. Seguían discutiendo cuando, a las 18:30, se registró otra llamada. Era nuevamente el ingeniero Febres Cordero y el ministro Garaicoa le dijo a Luis Castro Espinosa: “el señor Presidente quiere hablar con usted”. Luis escuchó al Primer Mandatario, quien le repetía: “usted no sabe lo que significa que no salga el periódico el 5 de diciembre, un periódico de Quito”. Luis Castro le refutó: “perdón Señor presidente, nadie ha dicho que no va a salir. El periódico sí va a salir mañana, pero con la información que los trabajadores tenemos lista y queremos que se difunda”.
León Febres Cordero León le señaló “póngale al ministro”, quien se reunió aparte con Pepe Thome y Jaime Chávez. “Yo estaba acompañado con nuestro abogado Ezequiel Valarezo y firmaron aceptando lo último que habíamos planteado. La huelga se terminó a las 19:30”. Luis regresó al periódico para entregar la empresa a quien era gerente en esa época, Mauro Intrigo Dunn. Esa huelga duro 12 horas y se logró los objetivos de los trabajadores, reitera.
En ese medio siguió hasta 1988, cuando fue despedido. Guadalupe Mantilla había regresado al periódico como presidenta ejecutiva del diario El Comercio, por pedido de la señora Morena de Mantilla, esposa de Don Jorge Mantilla, quien era la dueña accionario más grande y vivía en Miami. Luis Castro estuvo en diario El Comercio 18 años. No se arrepiente de lo que hizo, “porque no hice el mal a nadie”. Cuenta que un día se encontró con Guadalupe Mantilla en el aeropuerto, siendo Luis presidente de la UNP. “Lucho quiero que regreses a escribir a Últimas Noticias”. Regresó y escribió bisemanalmente. Antes era diaria su columna, porque, según indica, “había oposición de algunos periodistas”, porque “yo no era medallita de oro también”.
Asegura que la etapa más difícil y dolorosa ocurrió en el año 2006, cuando fue vinculado con supuestos actos de coyoterismo, era jefe de Relaciones Públicas, en Quito, de la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Revela que una información de una agencia internacional decía que “Luis Castro era coyote”. “Mancharon mi nombre, lamentablemente, insiste, algunos siguen pensando que sí. Me escondí siete meses”. Perdió su trabajo como jefe de Comunicación de la EMAPS, que era la empresa que estaba trabajando. “El alcalde de Quito en esa época, el General Paco Moncayo, le dijo a Juan Neira: no puedes mantenerlo, si realmente está metido en esto. Si él demuestra que no está involucrado, volverá a su cargo”. Y así fue, Luis regresó. Le pagaron una liquidación que sirvió para cancelar a los investigadores del caso. “Los que denunciaron no asomaron más”, indica.
Fue presidente de la APDP, UNP y Fenape. En la Unión Nacional de Periodistas reactivó la Radio Unión. Tiene la satisfacción del deber cumplido. Fue el creador de los aguinaldos navideños para la APDP y la UNP. Fundó y construyó las cabañas vacacionales que llevan su nombre, en Esmeraldas, para los periodistas deportivos. Fue presidente de la Comisión de Auditoría de la Organización Internacional de Periodistas, le eligieron en la Asamblea Mundial, realizada en Jordania.
Extraña los programas que antes hacían los gremios de los periodistas que eran “honrados con la presencia de los presidentes y las autoridades locales”. Cuando fue elegido presidente de la UNP, lo posesionó el expresidente de la República, Rodrigo Borja Cevallos. “Siempre asistían los presidentes, los prefectos, los alcaldes. Ahora no sé qué pasa”, se pregunta.
Califica al periodista y abogado Néstor Arboleda como uno de los maestros de la Comunicación y el Periodismo. Lamenta que se haya alejado de los gremios. “Se graduó de abogado y está dedicado a esa actividad”.
En la capital se hizo amigo de los Hermanos Miño Naranjo. Fue invitado al Festival del Pasillo que organizaba Galo Enríquez, dueño de Radio América. Llevaba artistas nacionales, a periodistas y locutores ecuatorianos. Le invitó varias veces. Además, fue bicampeón mundial de 40 en los años 1991 y 1992, en dupla con su colega y amigo el cronista gráfico, Guillermo Corral Neira. Entre sus referentes están Pepe y Adolfo Coronel Illescas, periodistas de Loja, quienes le impulsaron para seguir la profesión.
El apoyo de su esposa, Martha Cevallos Viteri, y de su familia ha sido determinante, “porque siempre estuvieron ahí”. Su esposa es hija del conocido radiodifusor Eduardo Cevallos Castañeda. “La satisfacción es que se puede andar en la calle con la frente en alto, las manos limpias, el rostro siempre alegre y saludando a todo el mundo”. Tiene cinco hijos. Silvia, que vive en Los Estados Unidos; Luis, periodista; Paola, abogada; David, entrenador de fútbol; y María Belén, quien era actriz y hacía el papel de Robertita, en el programa “Qué familia”, de Ecuavisa. “Ahora, ella es el sustento de la casa”.
Gracias a su profesión conoció muchos países. Desde hace 10 años está jubilado y vive de su retiro, pero por sus venas circula aún la pasión por las canchas, micrófonos y la pasión por el periodismo radial y escrito.
Iliana Cervantes Lima
Voces de la Radio