Image Credit: NASA
Científicos de la Universidad de Michigan han desarrollado una forma innovadora de utilizar los datos de satélites de la NASA para rastrear el movimiento de pequeños trozos de plástico en el océano. Los microplásticos se forman cuando la basura plástica en el océano se descompone por los rayos del sol y el movimiento de las olas del océano. Estas pequeñas motas de plástico son dañinas para los organismos y ecosistemas marinos. Los microplásticos pueden ser transportados a cientos o miles de kilómetros de la fuente por las corrientes oceánicas, lo que dificulta su seguimiento y eliminación.
Actualmente, la principal fuente de información sobre la ubicación de los microplásticos proviene de los arrastreros pesqueros que utilizan redes para capturar plancton y, sin querer, microplásticos.
La nueva técnica se basa en datos del Cyclone Global Navigation Satellite System (CYGNSS) de la NASA, una constelación de ocho pequeños satélites que mide la velocidad del viento sobre los océanos de la Tierra y proporciona información sobre la fuerza de los huracanes. CYGNSS también usa un radar para medir la rugosidad del océano, que se ve afectada por varios factores, incluida la velocidad del viento y los escombros que flotan en el agua.
Trabajando hacia atrás, el equipo buscó lugares donde el océano fuera más suave de lo esperado dada la velocidad del viento, que pensaron que podría indicar la presencia de microplásticos. Luego compararon esas áreas con observaciones y predicciones de modelos de dónde se congregan los microplásticos en el océano. Los científicos descubrieron que los microplásticos tendían a estar presentes en aguas más suaves, lo que demuestra que los datos de CYGNSS se pueden utilizar como una herramienta para rastrear los microplásticos oceánicos desde el espacio.
Los resultados se publicaron el 9 de junio de 2021 en IEEE Transactions of Geoscience and Remote Sensing. El trabajo fue realizado por Chris Ruf, profesor de la Universidad de Michigan e investigador principal de CYGNSS, y la estudiante de pregrado Madeline C. Evans. (I)
Fuente: La Nasa