El libro más antiguo del Registro Mercantil de Quito data del año 1909, en el cual se realizó el primer acto registral, que consistió en la inscripción de una cancelación o disolución de una empresa el 07 de enero de ese año. En ese tiempo, la institución mercantil era parte o tenía una oficina en el registro de la propiedad del cantón, precisó Rubén Aguirre, registrador mercantil de Quito.
“En los inicios se denominada Oficina del Registro, a cargo de un funcionario llamado registrador, brindamos servicio público en forma privada. Así comenzó el registro mercantil. No tenía seguridad jurídica ni control específico por institución pública alguna, era una oficina privada”, enfatizó.
En enero de 1975, dijo el titular de Registro Mercantil de Quito, se produce la separación, del registro de la propiedad en un registro mercantil en forma independiente, pero sin institucionalizarse, cuyos ingresos económicos eran para el registrador.
Añadió, además que, a partir del 23 de febrero del 2011, con la Resolución Nº 006-Dinardap-2011, se crea el Registro Mercantil como dependencia pública, con autonomía registral y administrativa.
La Matrícula de Comercio
Hasta hace aproximadamente dos años, que se modificó el Código de Comercio, el Registro Mercantil también daba la Matrícula de Comercio a los comerciantes.
Con la matrícula de comercio, una persona se inscribía como comerciante para que pueda obtener los beneficios de serlo, indicó. “Un beneficio era la Ley de Canasta o el Reglamento de La Canasta Básica, en donde, por ejemplo, los comerciantes de Tulcán no pagaban impuestos por la compra que hacen o hacían de electrodomésticos, debido a la crisis económica, entonces lo que pidió el Estado es que simplemente sean comerciantes”, destacó.
Además, agregó, cuando se tiene la calidad de comerciante, determinados tributos son disminuidos, no pagan las contribuciones que una persona natural paga.
“Hace dos años ya no damos Matrícula de Comercio”, puntualizó, sin embargo, se pueden inscribir los datos de una persona que se va a dedicar a actos de comercio, por disposición de la Ley y el Registro Mercantil.
Esto, dijo, “con el fin que hagamos la publicidad para que, si alguien desea encontrar o ubicar a una determinada persona que se dedica al comercio, si hay inscritos esos documentos en el Registro Mercantil, nosotros podamos proporcionarle esta información”.
Inscripciones registrales
El Registro Mercantil de Quito cuenta con un total de 22 170 libros registrales en su archivo, desde 1909 hasta la presente fecha. Actualmente realiza más de 3 500 inscripciones mensuales de diferentes tipos.
“Por disposición de la Dinardap, cada 500 hojas se hace un libro. Antes, había libros con hasta 5 000 o 6 000 inscripciones, por lo que eran demasiado gruesos y no manejables”, recordó el registrador mercantil de la capital.
Durante el tiempo de la pandemia, por disposición de la Ley, no se atendió ni se inscribió nada. Posteriormente se empezó a inscribir en línea y actualmente se lo hace así y de manera física, precisó.
De privado a público
Los registros mercantiles dan fe registral, indicó Rubén Aguirre. “El momento que damos seguridad jurídica y somos un ente público, estamos dando autenticidad, legalidad e imprescriptibilidad de la información que estamos brindando, porque al ser ente público, todos los actos administrativos gozan de eso”, situación que antes no ocurría cuando pertenecían al sector privado, acotó. (I)
Fuente: Dinardap