Foto: Izquierda, cuando estaba en Radio Xavier. La foto fue tomada en Luminofoto Silva, ubicada en el Pasaje Amador, en Quito. Derecha superior, en la rueda de prensa del cantante argentino, Sandro; constan Leticia Pinoy Jorge Franco de Ifesa. Derecha inferior, a inicios de la década de los 80, con José Luis Rodríguez, El Puma.

Como la voz de oro del Ecuador lo calificó otra gran voz de la radio, don Alfonso Carrera Padilla, cuando estaba en Emisoras Gran Colombia. Este 5 de agosto de 2025 cumple 60 años de actividad en la comunicación ecuatoriana, por ello publicará un poemario para celebrar sus seis décadas en la radio.

Sus inicios fueron en Radio El Prado de Riobamba, luego se trasladó a Quito, donde formó parte de La Voz de la Democracia y Emisoras Gran Colombia, de propiedad del recordado radiodifusor, Eduardo Cevallos Castañeda. En esta estación tuvo como compañero al maestro del relato, Edgar Villarruel Caviedes.

Participó en el elenco de radioteatro de Radio Presidente “Su Excelencia”, de propiedad de Galo Hernández Navas, tenía una facilidad para hacer un sinnúmero de voces, sobre todo en “La Maldición de El Inca”, también participó en el Conde Drácula. Ahí conoció a su compañera de vida, su esposa, Hilda Lasso.

Luego fue director de Programación de Radio Xavier, cuando estaba en la Plaza de San Francisco, en el centro de Quito, destaca el locutor y periodista, Agustín Guevara Morillo. En esta estación fue compañero y mantiene una amistad de hermano, con el Gallito Madrugador de Ecuashyri, Alan Flores Valenzuela.

Posteriormente se trasladó a Guayaquil, en la misma temporada que lo hizo otro destacado locutor serrano, Petronio Salazar, quien hizo carrera en CRE, de propiedad de don Rafael Guerrero Valenzuela. En el Puerto Principal logró conquistar con su voz a los oyentes. Fue parte durante 13 años, de las radios: Tropicana, Melodía FM, CRE, que pertenecían a la misma empresa. Realizó varias giras por varios países de Latinoamérica como locutor comercial.

Marcelo Emilio Nájera, además es productor discográfico, fue locutor en off de Ecuavisa, en ese canal participó en 35 episodios de “La Vida Real”, así como en varias las producciones del Canal del Cerro. Tiene muchos talentos, fue presentador de noticias y productor de programación de Radio Centro por 13 años.

Actualmente es productor de imagen en Radio Morena y Unión Radio. Tiene varios videos con poemas subidos en YouTube, donde se destacan los temas: A través de estos años y Hojas Secas.

Su dicción, seguridad y manejo escénico hizo que sea uno de los más cotizados maestros de ceremonias de los espectáculos musicales que se realizaron en Guayaquil y varias provincias del país. Es una de las voces comerciales más escuchadas, con más de 300 piezas publicitarias.

Es licenciado en Ciencias de la Comunicación, profesor- Instructor de la carrera de Locución en la Escuela de la Voz-ITSU- Universidad Católica. Además, dictó Docencia de Lenguaje en el Liceo Panamericano. Indica que estas y otras cosas justifican su paso por la actividad que ama de la que ha vivido. Se siente satisfecho del camino recorrido.

Radio El Prado de Riobamba

Marcelo Nájera se inició en Radio El Prado de Riobamba, en la provincia de Chimborazo, en el centro del Ecuador, es la primera radio comercial del Ecuador, funcionaba en una fábrica de tejidos que llevaba el mismo nombre de la radio. Con el paso del tiempo fue adquirida por Marcelo Vizcaíno Moscoso, que fue secretario del municipio de Riobamba, él le permitió ser parte de los trabajadores de la estación. Fue la persona que le enseñó sobre las partes de la radio, los elementos de una transmisión… Empezó como operador y poco a poco fue acercándose al micrófono.

Tenía 15 años cuando fue con su amigo Pepe Aleaga, operador de Radio El Prado, quien le enseñó el manejo, la música que debía sonar… Una tarde le dice “aguántame un ratito, me voy a la esquina a comprar”. En la esquina vendían sánduches de queso con higo, eso lo comíamos siempre”, indica el locutor musical y comercial.

Ese día Pepe salió a comprar y no volvió más, al día siguiente se enteró que se había ido a los Estados Unidos. El dueño de la radio Don Marcelo Vizcaino Moscoso, conocía a la familia de Marcelo, sobre todo a sus primos, por ello le pregunta ¿Qué haces aquí? Marcelo le comentó que su amigo fue a comprar y no todavía no vuelve.  Don Marcelo le pregunta ¿Sabes manejar los equipos? Le contesta que sí.  En ese momento le indicó. “Puedes quedarte unos días, hasta ver un remplazo”. Claro, le responde.

La Voz de la Democracia y Emisoras Gran Colombia

La pasión por la radio hizo que Marcelo Nájera viaje a Quito en busca de nuevos horizontes. Vivía, con unos tíos, en el barrio San Juan. Empezó trabajando como reparador de baterías en el almacén El Automóvil Americano. Ahí conoció a don Eduardo Cevallos Castañeda, que llegó un día con su auto a cambiar la batería. Marcelo le contó que tenía experiencia en radio y el radiodifusor quiteño le sugirió “¿Por qué no vas a visitarme, anda a visitarme?” Ahí empezó la historia en Quito.

Con el empresario capitalino tiene anécdotas y momentos gratos. Se inició en La Voz de la Democracia y luego a Gran Colombia, donde tuvo la oportunidad de compartir con personajes de la radio como Edgar Villarruel Caviedes, Petronio Salazar, Pepe París, los hermanos Vargas Acosta y el sonidista Pepe Borja Bedoya.

Comenta que Eduardo Cevallos Castañeda era todo un personaje, de él cuenta algunas anécdotas. Marcelo estaba en la cabina y le llamaba a su oficina. Se sentaba y no decía nada, pasaban los minutos y le miraba a doña Leonor Champatier, que era la administradora de la estación, igual a él. Cuando de pronto, luego de unos 10 minutos le insistía: “Qué haces aquí ve, anda a locutar, pendejo”.

Alfonso Carrera Padilla

Alfonso Carrera Padilla, otra gran voz del Ecuador, cuando estaba en Emisoras Gran Colombia, lo calificó como la voz de oro del Ecuador. Fue su profesor y luego fueron compañeros en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil.

En “La Voz Deportiva de la Capital” había el programa de aficionados: “Voces de Oro del Ecuador”. Por esas cosas del destino, un día le dio la oportunidad de ser parte de los presentadores y lo hizo con ese calificativo. “Tengo el gusto de presentarles a la nueva voz de oro del Ecuador, Marcelo Nájera”, quien se sorprendió, porque modestamente hacía con responsabilidad lo que le gustaba. Ese fue el inicio de su actuación en público de Quito. Luego presentó varios espectáculos en el coliseo Julio César Hidalgo, uno de ellos a los Corvets, que estaban en apogeo en esos años, por ello en una contraportada del disco amarillo, está él de espaldas, presentando al grupo en la capital.

Radio Xavier, Aurelio Dávila Cajas, el Festival de San Remo y Radio Musical

Luego de emisoras Gran Colombia tuvo la oportunidad de conocer al Ing. Aurelio Dávila Cajas, a quién, le sugirió que compre “una radio que estaba de capa caída, era Xavier”, que estaba en la Plaza de San Francisco y era de propiedad de la comunidad Jesuita.

Desarrollaron a Radio Xavier y la subieron de categoría, a tal extremo, que cuando se realizó el Festival de San Remo, Marilou Parra y Edwin “El Chino” Almeida, les pidieron que el programa lo transmitan conjuntamente. “Con eso se hizo una ceremonia de matrimonio entre Radio Musical y Xavier”. Ese fue el momento cumbre de la estación, por el reconocimiento que tuvo. Inclusive un día, el propietario del Núcleo Radion, David Gleason, le pidió que trabajará para él, en Radio Ecos de la Montaña, pero Marcelo no aceptó, porque estaba muy bien al frente de Xavier.

Galo Hernández Navas, la Maldición del Inca e Hilda Lasso

Marcelo Nájera participó en el radioteatro de terror en la capital ecuatoriana, “Suspenso a las 10”, donde se presentaban obras de radioteatro como El Conde Drácula y “La Maldición del Inca”, en esta última participó Marcelo, en la serie de espionaje que se llamaba “El agente ZB3”. El Mártir del Calvario fue otra de las series en las que participó.

Las grabaciones con Galo Hernández Navas eran sensacionales.  Marcelo en esos años se iniciaba con el doblaje de voces y en uno de los capítulos hizo entre 13 y 16 voces diferentes. Allí conoció y trabajó con Marco y Edison Vargas Acosta, con estas dos voces del Ecuador desarrolló su afición por la actuación. Califica a esos años como muy lindos en lo profesional y personal.

Cuando grababa esta serie conoció a su esposa Hilda, esto porque su hermana, Fanny Lasso, trabajaba como actriz en estas obras. Ahí empezó otra historia, la más importante de su vida.

La actuación, Riobamba, Radio Habana y los efectos de sonido

La actuación fue parte de su vida desde que era niño. Recuerda que en su natal Riobamba escuchaba en un radio Telefunken multibandas, Radio Habana. Era la época cuando las familias se reunían alrededor de este aparato que hablaba para escuchar las radionovelas, una de ellas era Amargo Silencio. En esta novela se hablaba de un naufragio, el protagonista queda ciego en medio del mar, sufre algunas vivencias duras, hasta que llega a tierra…

“Yo era un pibe y escuchaba los efectos de sonido: el mar, los gritos del capitán, la ruptura de maderos, el fuego, el viento… Se preguntaba, cómo podrán hacer esto y llevar los sonidos a la radio, porque se sobreentiende que era un sitio no muy amplio. Se imaginaba que las transmisiones hacían desde un cuarto, un sitio pequeño y cómo podían poner y tener tantas cosas, porque los efectos de sonido eran tan extraordinariamente bien logrados. Esto a Marcelo lo marcó, ahí empezó a adentrase en este mundo y se dio cuenta que esa era su vida, “por aquí tengo que ir y ese ha sido mi trayecto”, se repitió.

Recuerda que cuando ya iniciaba la noche se encerraban en la casa con sus hermanas, para escuchar las radios colombianas que entraban a Riobamba “como Pedro en casa”: Caracol, Tonelar y Sutatenza. Marcelo era muy aficionado a “monear la radio”. Ahí también sintonizaba las radios: Habana-Cuba, Managua en Nicaragua, Rumbo de Venezuela, BBC de Londres, las emisoras de los Estados Unidos… Le cogió gusto a la radio: Las noches en las estaciones colombianas hacían programas en vivo. En Caracol se emitía un espacio con unos humoristas riobambeños, Los Chaparrines; había las radionovelas Colgate-Palmolive y las series de radioteatro.

Jorge “El Chino” Carrera, Guayaquil, Klever Chiriboga y la poesía

Marcelo conoció a Jorge “El Chino” Carrera, en Radio Tarqui, porque iba a ver y escuchar, el programa “La Hora Sabrosa”, conducido por el propietario de la T Grande de Quito, Gustavo Herdoiza León. Con Jorge Carrera hizo una gran amistad, porque laboró también unos pocos meses en la estación capitalina.

A mediados de la década de los 60 del siglo anterior hubo una migración de las voces serranas a la Costa ecuatoriana, que se convirtieron en los locutores más cotizados de la época: Jacinto Landázuri Soto, Pedro Lenín Hernández, Agustín Guevara Morillo, Petronio Salazar, Douglas Argüello… pero también de alguien que no se habla es de Kléver Chiriboga, quien era un declamador extraordinario, junto con Jorge “El Chino” Carrera. Los dos le guiaron por ese camino romántico de la poesía y de las voces graves, para declamar.

Con Petronio Salazar llegaron al Puerto Principal casi al mismo tiempo, en esos años el locutor serrano era bien cotizado, reconocido y se le daba las oportunidades. “Creo que no hemos defraudado”. 

Tropicana, Melodía, CRE y Rafael Guerrero Valenzuela

A Tropicana ingresó con la ayuda de Pedro Lenín Hernández de Ambato, quien era locutor en la mañana de Radio Tropicana. Un día le insiste: “Tómame una mano, regreso enseguida, voy a hacer un papeleo en el IESS y regreso”. Marcelo ya dominaba el manejo técnico de las consolas, las grabadoras, micrófonos y todo lo de la radio.

Empezó a anunciar los discos, la oficina de Rafael Guerrero Valenzuela, propietario de las estaciones, estaba junto a la cabina de Radio Tropicana. Abrió la puerta y pregunta ¿Quién es la persona que está hablando? Marcelo le contesta. “Yo don Rafael”. El radiodifusor guayaquileño le indica. “Ya se jodió don Pedro, porque ya tiene quien le remplace”.

Ese día empezó a trabajar en Radio Melodía, la primera FM, que había en la ciudad de Guayaquil. Transmitía solamente música. Las identificaciones de la radio las hacía otro serrano, Fabián Vizcaíno.  Tropicana era de las más sintonizadas, no solamente en el Puerto Principal sino en Perú, donde les recibían en Puerto Pizarro.

De ahí llegó CRE que tiene las mejores páginas en la radiodifusión ecuatoriana, no solo por su éxito en lo deportivo, sino por el personal que contrató el propietario de la emisora, Rafael Guerrero Valenzuela, y su hijo, Antonio, quienes “tuvieron la delicadeza de escoger a la gente que sintiera a la radio. No solo es tener buena voz o pinta, sino ser un personaje que capte la atención de la gente, no solamente al anunciar un disco, sino por sus características personales e intelectuales”. En el grupo de Rafael Guerrero Valenzuela estuvo alrededor de 13 años, a los que califica de inolvidables

300 piezas publicitarias

Marcelo siempre fue muy atento a la forma de emitir un mensaje, dominar la voz, los tonos, el ritmo, darle elegancia a los textos que se leía, por ello empezó a ser clave en la locución de piezas publicitarias. En Tropicana, después que salió de la radio Pedro Lenín, se hizo cargo de la producción. Ahí se dieron cuenta de la diversidad de voces que podía hacer Marcelo, pero también la calidad al emitir un mensaje.

Ha realizado más de 300 piezas publicitarias, el primero que hizo fue Puerto Azul. Se convirtió durante más de una década en la voz favorita para la publicidad.  Siempre le decían tu dicción es perfecta, tienes claridad y hablas bien. No tenía problema al leer los textos.

La voz en off de Ecuavisa y Casos de la Vida Real

En la década de los 90 del siglo anterior, le llamaron de Ecuavisa, porque necesitaban un locutor en off, no hablaron mucho y fue contratado. Asegura que la experiencia, más que locutar en off, fue la oportunidad que tuvo para actuar en las producciones del canal.

Grabó 35 capítulos del programa “De la Vida Real”. Participó, casi en todas las series que producía en abundancia Ecuavisa, en aquella época. “Fue muy grato, porque ahí pude demostrar la otra faceta de mi actividad, en una profesión, que amo y agradezco. La radio, la televisión y la cátedra son experiencias gratificantes en mi vida”. 

Radio Centro, Joan Manuel Serrat y Mercedes Sosa

Un día visitó Radio Centro de Xavier Benedetti Roldós, para entregar algunos discos promocionales, porque ya trabajaba para las disqueras…  El propietario de la estación escuchó, conversaron un rato y le invitó para que sea parte del equipo de profesionales.

En esta emisora tuvo la oportunidad de conocer a los promotores de espectáculos, primero haciendo las cuñas. Luego la experiencia de conocer sobre música hizo que Marcelo Nájera sea maestro de ceremonias en los mejores espectáculos musicales que se realizaron en Guayaquil y otras provincias del país. Presentó a Raphael, Julio Iglesias, Sandro, José Luis Rodríguez, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, entre otros.

Cuenta una anécdota con el intérprete de Penélope. Marcelo Nájera era fanático del intérprete español. Le encantaban sus canciones, por ello empezó a leer a Antonio Machado y Miguel Hernández, incluso a su hija, Jossie le puso como segundo nombre Edurne, que es una de las primeras canciones de Serrat en catalán.  Cuando llegó a la ciudad de Guayaquil, le delegaron que vaya en representación de Radio Centro a recibirlo al aeropuerto Simón Bolívar, que ahora es José Joaquín de Olmedo, fue con una señorita que iba a entregarle un ramo de flores. Era tal la admiración y respeto al cantautor español, que cuando iba a entrevistarle cuando él bajaba por la escalerilla del avión, no pudo articular una sola palabra.

Al día siguiente, en la noche, tenía su presentación en el teatro cívico. Ahí le contó a Joan Manuel lo que le había sucedido. Le indicó que necesitaba una entrevista, en ese momento el cantante nacido en Barcelona en 1943 le llamó al mánager y le dijo: “el periodista está invitado por mí, arregle las cosas para que se vaya a Quito, mañana le voy a dar una entrevista. Llegaron al Chalette Suisse, tenía una grabadora pequeñita y conversaron de muchas cosas.

Joan Manuel Serrat le insistió ¿Vas hacer la nota? Marcelo le contestó. “Esta es la nota que tengo acá, el Serrat que nadie conoce. Todo el mundo sabe tus canciones, tu trayectoria, tus discos, pero este es el Serrat, el que yo llevo aquí grabado, que no lo conoce nadie”. El intérprete de “Hoy puede ser un gran día” le agradeció y le dio un abrazo.

Con Mercedes Sosa también sucedió otra anécdota “que fue fantástica”. En el Teatro Centro Cívico se había preparado para la presentación. Marcelo le hizo una introducción muy bonita y profunda. La cantante argentina nacida en 1935 en San Miguel de Tucumán le agradeció. Tomó el micrófono y le dijo al locutor y periodista riobambeño: “sopita de letras, comiste paisano. Gracias desde el fondo de mi corazón, hermano”. Y le dio un abrazo en el escenario ¿Cómo olvidar esas cosas? Eso no tiene valor, es el salario emocional de la gente que trabaja en radio, indica

La novela y el poemario por los 60 años

Tantas anécdotas e historias han hecho que muchas personas, le insistan qué escriba una novela sobre su vida, pero Marcelo asegura que esas son cosas que le pertenecen “y que me las llevaré con satisfacción, agradecimiento y alegría”. Lo que se vive, se lo siente en el corazón y en gente que ha sido importante en su vida como su familia, amigos y compañeros de la radio y la comunicación.

El 5 de agosto de este año piensa lanzar un poemario por los 60 años de actividad en la radio. Ahí presentará los dos discos que grabó: A través de estos años, que tuvo mucha acogida y reconocimientos; así como “Hojas Secas”, 24 poemas inéditos de su autoría, ya los tiene terminado. 

Producción de Imagen, musical y la canción Mil Años

Marcelo Nájera en la actualidad está jubilado, pero todavía lo llaman de algunas estaciones, porque su voz está intacta. Crea las presentaciones de los programas, los jingles, hace cosas nuevas para la radio. Últimamente grabó las promociones de las elecciones, para las radios Morena, Unión Radio, Gaviota de Manta y Machala, entre otras. Son las cosas que le mantienen en actividad.

Su trabajo en la Industria Fonográfica empezó con Eduardo Jairala Fraissan, al principio su relación con él fue de proveedor de música. Eduardo importaba música y Marcelo necesitaba cosas nuevas para la radio. Siempre le compraba los éxitos nuevos. Ahí se inició la amistad. Le pidió que realice algunos trabajos, pero paulatinamente se dio la oportunidad de que Marcelo esté a cargo del estudio 2, donde grabó con Tito del Salto, Jesús Vásquez, artistas que eran figuras en aquella época.

Tuvo relación con Industrias Famoso de Quito, que tenía la oficina en Guayaquil. Era promotor-gerente de ventas en el Puerto Principal, a través de ese trabajo le llamaron a Ifesa, para que se hiciera cargo de una subsidiaria que se llamaba Coprodisa.

Ahí empezó a producir y programar música, a seleccionar canciones y buscar repertorios. Uno de los granades éxitos que tiene el locutor riobambeño, como promotor y productor discográfico fue la canción Mil años, de Dino, cuyo nombre verdadero era Félix Zevallos Robles. El disco del intérprete nacido en Puerto Supe, Perú, vendió más de cien mil discos en el Ecuador. A fines de la década de los 70 e inicios de los 80 del siglo anterior, era habitual que pidan este tema, en las estaciones de radio o la canten: “Te amo demasiado, nací para adorarte. Tal vez ni en mil años, ya pueda olvidarte…

Otros artistas a los que pudo dirigir y manejar sus carreras fueron: el español Manolo Otero, Braulio, José María Bacchelli, entre otros.

El último disco de JJ y Eduardo Jairala

En esos años, con Eduardo Jairala, hay un capítulo muy triste para Marcelo, es el último disco que grabó en vida Julio Jaramillo. “Es una cosa terrible, que quiero olvidarla, pero no puedo hacerlo”.

Un empresario ecuatoriano que vivía en Miami, Estados Unidos, pidió que grabará un disco con 22 canciones, las más conocidas de Julio Jaramillo. Eduardo le indicó que “El Ruiseñor de América” estaba mal de salud, por ello no le garantizaba un buen producto.

El empresario le insistió que lo haga. Se contrató a los arreglistas: Ney Moreira y Lucho González. Se hicieron las pistas. Marcelo Nájera no había tenido la posibilidad de conocer a “Mr. Juramento”. Aunque conocía de su trayectoria, de sus grandes logros, sobre todo en el extranjero.

Cuando estaban listas las pistas lo visitó en el hotel, donde se hospedaba, el intérprete guayaquileño tenía una condición física deteriorada. Cuando fueron al estudio no pudieron grabar, aunque se tenía previsto grabar los 22 temas, porque eran temas conocidos, que dominaba el intérprete de “Fatalidad”. Pensaban terminar en cinco días, pero lo concluyeron en más de un mes. “Ese esfuerzo, es una página que no es muy grata, para mí y recordarlo me afecta mucho”, repite Marcelo.

La academia y los cursos de locución

Marcelo es licenciado en comunicación social, ha sido profesor- Instructor de la carrera de Locución en la Escuela de la Voz-ITSU- Universidad Católica. Además, dictó la catedra de Docencia de Lenguaje en Liceo Panamericano.

A principios de los 2000, ya sus hijas: Jossie y Jennifer, que es la actual directora/productora de Combate en RTS, estaban graduadas, ingresó a la Facultad de Comunicación Social, allí tuvo la oportunidad de tomar la materia de locución, donde era asistente del profesor Víctor Hugo Cisneros, que casi no iba, porque tenía problemas auditivos.

Previamente a esto, ya había iniciado una especie de academia, “La Escuela de la Voz”, se impartía cursos de locución que eran muy valorados. Cuando estuvo en Ecuavisa lo llamaron de la Universidad Católica de Guayaquil, para que se haga cargo de la cátedra de locución. Le estaba yendo bien en lo académico a Marcelo, pero hubo un momento muy importante en su vida profesional.

En uno de sus viajes a Buenos Aires visitó el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ITSU). Se entrevistó con el director, quien le escuchó conversar y se sorprendió con la entonación de su voz. “Yo tengo una materia que se llama, Lenguaje Neutro. ¿Podrías ayudarnos, dándonos un tallercito?, le indica. Con mucho gusto, le contestó Marcelo. La carrera de locución en la Argentina se realiza en el ITSU, en vivo. 95.5 es el dial de la radio del Instituto. Dictó dos talleres a los alumnos de pregrado.

Todos se quedaron admirados con el taller, porque Marcelo domina el lenguaje porteño, cuando está en la Argentina, no tiene tono, a tal extremo que la gente allá no piensa que sea ecuatoriano, porque tiene el dialecto de ese país. “Siempre le dicen vos sos de los nuestros, nosotros conocemos a los ecuatorianos”. Esa experiencia le dejó magníficos recuerdos.

Los amigos de Quito

En su trayecto conoció a varias personalidades de la radio y la televisión del Ecuador, pero tiene un amigo-hermano en la capital de la república, Alán Flores Valenzuela, quien laboró también en la Radio Xavier y luego en 104.9 FM, donde se lo conocía como “El Gallito Madrugador de Ecuashyri”. Lo califica como un amigo entrañable.  En ese grupo selecto también está Marcelo “El Chino” Hernández Llerena. “Hay mucha gente de Quito que yo recuerdo con mucha nostalgia”. Piensa hacer una reunión, como las que están haciendo las personas que trabajaron en la industria fonográfica, para conversar sobre esa época maravillosa de la radio en la capital.

Siente nostalgia de que hayan partido grandes radiodifusores, a quienes él conoció como: Eduardo Cevallos Castañeda, en Quito; Armando Romero Rodas y Rafael Guerrero Valenzuela en Guayaquil; y Marcelo Vizcaino en Riobamba.

Su familia, su centro de vida

Su esposa Hilda Lasso siempre se adaptó al trabajo que tiene Marcelo, aunque no era de mucho agrado, porque era una vida de farándula, de viajes, de artistas… Sus hijas Jossie y Jennifer siempre lo apoyaron, les gustaba verlo en el escenario presentando a los artistas.  Su segunda hija Jennifer continuó con la tradición de la comunicación, estudió periodismo en la Universidad Católica, es directora-productora de Combate en RTS.

Marcelo se siente orgulloso de su familia y la profesión le permitió educarles a sus dos hijas, por ello no puede pedirle más a la vida. Reconoce el apoyo de su esposa, que siempre fue su sustento. “Siempre ha estado en las buenas y en las no tan buenas”. Desde que la conoció en la grabación de la Maldición de El Inca, dirigida por Galo Hernández Navas, ha estado siempre a su lado. Tienen más de 50 años de casados.

Indica que la radio le ha dado lo que es y sus recueros, los amigos y las personas que ha conocido. Además de toda la experiencia y gratitud por haber disfrutado de la profesión y su familia. Se ha relacionado con artistas, políticos, desde la época de Galo Plaza, Velasco Ibarra, Carlos Julio Arosemena, a quienes estrechó en alguna oportunidad su mano. “Son muchas cosas, muchos recuerdos”. Se siente realizado, está tranquilo, leyendo mucha filosófica y aprendiendo de ella, “porque cuando más leo, solo sé que nada sé”. Si hay una mirada hacia atrás siempre está acompañada de una sonrisa de gratitud, indica.

Para Marcelo Nájera Riobamba, Quito y Guayaquil reflejan su existencia, porque ha caminado por sus calles, paisajes y recuerdos. “He vivido el desarrollo de estas tres ciudades, que son muy distintas a como yo las conocí, pero que mantienen la esencia de haber vivido en ellas.

Voces de la Radio

Si desea ver la entrevista: https://acortar.link/G3W5fd

Iliana Cervantes Lima

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