Álex Ayala, presidente de la Unión de Transporte Pesado del Ecuador, UTRAPE, solicitó al ministro de Transporte, Marcelo Cabrera que el transportista no federado, sea incorporado a las mesas de diálogo con el Gobierno.

“Recordemos que el transporte no federado es aproximadamente el 70% de la transportación pesada del Ecuador y que las federaciones y cámaras representan apenas el 30%”, precisa el dirigente.

Ayala explica que el transporte pesado tiene muchos problemas, “estamos siendo víctimas de tercerización a nivel de muchas empresas. Las navieras también están trabajando en tierra y se están apoderando de nuestra escaza fuente de empleo, ese es nuestro malestar. Muchas tercerizadoras están haciendo un trabajo desleal”.

Insistió que las autoridades deben conocer una serie de inconvenientes que tiene este importante sector. “Quienes hacemos el transporte, vivimos el día a día y somos el hombre camión. No solamente tienen derecho los grandes empresarios del transporte”.

UTRAPE mantuvo un encuentro a nivel nacional con más de 600 operadoras, en donde se adoptó la decisión unánime de buscar el diálogo con el ministro de Transporte.

Datos
Existen alrededor de 5.800 compañías de carga pesada en el Ecuador. De las cuales unas 800 están integradas a federaciones o cámaras, y alrededor de 5 mil no han visto la necesidad de agremiarse y solamente permiso de operación, de acuerdo a la Ley, para poder funcionar como operadoras de transporte.

Álex Ayala, desde los 7 años de edad, ya estuvo en la cabina de un tráiler

Desde los 7 años de edad, ya estuvo en la cabina de un tráiler, durante su niñez, creció en ese medio, luego en la adolescencia fue ayudante del conductor.

Posteriormente, compró su propio vehículo de trabajo, y trabajó muy duro. Luego adquirió un bus interprovincial en el año 2002 y en el año 2009 incursionó en la transportación de carga pesada. «He sido volquetero, gran parte de mi vida.. Creamos la operadora 29 de enero en la provincia de Esmeraldas, la cual ha sido presidida por mí durante 7 años».

También fue dirigente del transporte interprovincial en la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros, Fenacotip.

«Álex Ayala sabe lo que es sufrir en la vida, lo que es venir de abajo», afirma.

Comenta que en el año 2013, nació el deseo de ser dirigente al verse perjudicado por una decisión sobre la chatarrización, ya que en aquel entonces tenía un vehículo viejito, que tenía que darle de baja y llevarlo a fundir a la fábrica Adelca.

«Les demostramos que el plan renova fue un fracaso… eso nos impulsó a defender la transportación pesada».

Ser transportista es una actividad muy sufrida, hay que dejar a la familia, viajar a veces de 8 a 15 días, como padre es doloroso y triste dejar a nuestros hijos. Nos perdemos de estar con ellos, en los momentos que más nos necesitan y no disfrutamos de verles crecer». (I)

 

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