El presidente de la VII Conferencia Ministerial sobre Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe, Andrés Michelena, aseguró este lunes, 23 de noviembre, en Quito, que la región requiere de la cooperación internacional para acelerar el cierre de la brecha digital y evitar la profundización de la desigualdad y la pobreza entre quienes tienen acceso inmediato a la información y herramientas, y quienes no. El riesgo de no contar con una agenda definida, con el soporte de organismos internacionales, países de la región y empresas privadas, es perder otra generación de latinoamericanos en manos de la pobreza y de la exclusión tecnológica.
El pronunciamiento de Michelena, quien es además ministro de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del Ecuador, se dio en la ceremonia virtual de inauguración de la cita hemisférica en la que se discute la agenda digital a ser aplicada en la región hasta el 2022. Michelena Ayala destacó que cerrar la brecha digital, agudizada por el embate de la pandemia del COVID-19 y los problemas fiscales que enfrentan los países, requiere de la coordinación de esfuerzos público-privados que permitan sumar en aquellos sectores en donde los incentivos a la inversión no resultan suficientes.
“Estamos conscientes -precisó el Ministro: sin recursos públicos, sin fondos privados y sin el apalancamiento financiero de los organismos multilaterales mundiales (FMI, Banco Mundial, OCDE) y regionales (BID, CAF), el camino será duro y difícil. Por eso, desde Ecuador proponemos crear un fondo latinoamericano de despliegue rural de infraestructura de telecomunicaciones. El desarrollo de las tecnologías de la información demanda una efectiva transformación digital que, como vemos, es un eje clave de reactivación económica”.
“Corremos el riesgo de perder otra generación de latinoamericanos. Nos enfrentamos a un desafío histórico monumental, que nadie puede eludir. Siguen abiertas las brechas peligrosas, que se han ahondado y amenazan a nuestros sistemas democráticos. Son las brechas económicas, sociales y tecnológicas que, al final del camino, convergen y se resumen en una frase, en una voz de alarma para los gobernantes”, agregó, al citar las diferentes facetas de la crisis social que enfrenta la región, que van desde los niños sin acceso a educación, hasta la pérdida de empleos de sus padres.
Michelena indicó que el fondo debería acumular recursos equivalentes al menos al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) anual de cada país cooperante conforme estimaciones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), a fin de avanzar en el despliegue de conectividad rural, aceleramiento del desarrollo de las TIC, intensificación de la conectividad digital, inicio de procesos inclusivos integrales de transformación digital. El área prioritaria debería cerrar la brecha digital en las áreas rural y urbano-marginal.
A nivel de conectividad, 244 millones de latinoamericanos -38% de la población- no tienen acceso a Internet. Esta brecha ahonda la desigualdad de acceso al conocimiento y oportunidades, tendencia que se acentúa al interior de cada país; entre la población urbana y rural; entre hombres y mujeres; entre jóvenes y adultos mayores. La situación es crítica para 77 millones de latinoamericanos que viven en zonas rurales, que carecen de conectividad con calidad mínima, una asimetría tecnológica de este nivel conspira contra el desarrollo económico y productivo del continente. Según el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina indica, para alcanzar los niveles de digitalización de la OCDE, en el 2025, América Latina requiere de US$ 160.000 millones para invertir en la universalización de la conexión de banda ancha.
“Aquí y ahora -sentenció el Ministro Michelena-, demandamos la solidaridad global, en términos de apoyo financiero y de conocimiento, para reducir la brecha digital, toda vez que Latinoamérica tiene un peso específico en el concierto mundial y su estabilidad también forma parte de la estabilidad mundial”. (I)
Fuente: Mintel